Las tierras raras son un grupo de 17 elementos químicos que se consiguen en la naturaleza y cuentan con propiedades únicas que los hacen indispensables para la fabricación de una gran cantidad de equipos y aplicaciones tecnológicas.
De acuerdo a El Economista, pese a su nombre, estas no están escasas en la corteza terrestre; no obstante, extraerlas y procesarlas puede ser complicado, algo que hace que sean recursos estratégicos en la industria global.
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Entre estos elementos se encuentran el neodimio, el terbio, el cerio y el itrio, que tienen propiedades ópticas, magnéticas y eléctricas. Tiene un papel importante en sectores como la electrónica, la energía renovable y la industria automotriz.
¿Para qué son las tierras raras?
Las tierras raras son esos componentes que permiten el correcto funcionamiento de dispositivos tecnológicos, como la pantalla táctil del smartphone, los tubos fluorescentes, los componentes de un vehículo eléctrico, entre otros que los seres humanos manejan a diario.
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Fueron descubiertas en el siglo XVIII, pero no fue hasta las décadas de 1950 y 1960, cuando empezaron a usarse mayormente en la industria militar. En los últimos 15 años se han empleado en la fabricación de tecnologías y productos de consumo, explica Hablando en Vidrio.
Tanto las propiedades físicas como las químicas de estos elementos son únicas, lo que los hace en componentes necesarios de productos de consumo de alta tecnología, tales como teléfonos inteligentes, discos duros, vehículos eléctricos e híbridos y monitores.
Por su parte, el sector energético también se puede beneficiar de las tierras raras, entre ellas el gadolinio, y el terbio, que se usan en las células fotovoltaicas o el del lantano y el neodimio, que son importantes para que las baterías que dan autonomía a los coches eléctricos, funcionen eficientemente.
Pese a que las tierras raras no son tan extrañas, la mayor parte de ellas son difíciles de hallar en grandes concentraciones.
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