Con motivo del reciente fallecimiento del papa Francisco, a los 88 años, víctima de un ictus que derivó en un coma y un paro cardiocirculatorio irreversible, se reactivan tradiciones y protocolos en el corazón de la Iglesia Católica.
Entre ellos, uno de los más llamativos y poco conocidos es el llamado “privilegio del blanco”, una concesión reservada exclusivamente a seis mujeres en todo el planeta.
En el contexto del protocolo vaticano, la etiqueta dicta que las mujeres deben acudir vestidas de negro y con mantilla al presentarse ante el pontífice, especialmente en ceremonias solemnes como los funerales papales. Esta norma representa una muestra de respeto y sobriedad.
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El “privilegio blanco”
Sin embargo, existe una excepción histórica que permite a algunas pocas reinas y princesas vestir de blanco, rompiendo así con la rigidez del ceremonial tradicional.
Este permiso especial —conocido como el “privilegio del blanco”— es una señal de deferencia que el Vaticano otorga a determinadas soberanas de casas reales católicas, como reconocimiento a su fidelidad a la Santa Sede desde la escisión de la Iglesia anglicana.
En este contexto, el blanco no solo transmite pureza y paz, sino que también simboliza poder y cercanía espiritual con el papa.
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¿Quiénes pueden vestir de blanco?
Las únicas mujeres que gozan actualmente de este privilegio son:
- Reina Letizia de (España)
- Reina emérita Sofía (Grecia)
- Reina Paola (Bélgica)
- Reina Matilde (Bélgica)
- La gran duquesa María Teresa (Luxemburgo)
- Princesa Charlène (Mónaco).
Este sábado, 26 de abril, durante el funeral del papa Francisco en la Plaza de San Pedro, se espera que las representantes de la realeza asistan respetando el protocolo de luto: todas vestidas de negro, sin excepción, en señal de duelo y respeto ante la pérdida del líder de la Iglesia Católica.
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(I)