A sus 21 años, José -nombre colocado por la Fiscalía General del Estado (FGE)-, engañó a su pareja, una adolescente de 17 años. El hombre está con prisión preventiva, al ser procesado por comercialización de pornografía con utilización de niñas, niños y adolescentes.
Esto porque cuando José trabajaba como guardia de seguridad en una institución educativa de Quito llamó a la adolescente en la noche.
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En esa conversación le dijo que un sujeto robó su casa y las instalaciones del lugar donde trabajaba. Esto habría pasado día anteriores.
Supuestamente, José, mientras realizada esa llamada, estaba parado junto con el delincuente, quien lo estaría amenazando de muerte y diciéndole que quería hablar con ella.
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Al pasarle la llamada, “una voz” le dijo a la joven que si no entregaba fotografías y videos íntimos mataría a su novio José. La adolescente asustada, accedió a ese requerimiento.
Exigencias subieron de tono
Y no fue la primera vez. En otra ocasión volvieron esas supuestas exigencias para no asesinarlo, las cuales subieron de tono: quería obligarla a realizar actos de naturaleza sexual con objetos y con terceras personas.
La adolescente, aterrorizada, le respondió que no lo haría y terminó la relación con su pareja, a quien conoció a sus 15 años. Sin embargo, José la amenazó con publicar el contenido si ella se mantenía en su decisión.
Como la joven no cedió, José –quien tenía las claves de acceso a sus redes sociales– empezó a publicar en las historias de la cuenta de Facebook de su expareja los videos y las fotos, etiquetándolas como disponibles para comprar y también ofertando supuestos encuentros sexuales con la víctima.
La adolescente le contó a su madre todo lo que había sucedido y ella presentó la denuncia en la Fiscalía a finales de 2023.
Entre las diligencias investigativas ordenadas por la fiscal del caso se incluyó un reporte de Facebook con las IP desde donde se subía el contenido.
Fiscalía determinó que sujeto vendió las fotografías de la víctima
Una vez obtenidas, se ofició a las operadoras de internet y telefonía móvil y se obtuvo la dirección domiciliaria del lugar: la casa de José.
Las investigaciones determinaron depósitos a la cuenta de José, producto de la venta de las fotos de la adolescente. Con base en estos y otros indicios fue detenido el pasado 4 de junio de 2024.
En el allanamiento a su domicilio se levantaron medios telefónicos, celulares y otros indicios.
La audiencia de formulación de cargos se efectuó al día siguiente en Quito y el juez ordenó su prisión preventiva y anunció el inicio de una instrucción fiscal de 90 días.
El delito de comercialización de pornografía con utilización de niñas, niños o adolescentes, tipificado en el artículo 104 del Código Orgánico Integral Penal precisa que “la persona que publicite, compre, posea, porte, transmita, descargue, almacene, importe, exporte o venda, por cualquier medio, para uso personal o para intercambio, pornografía de niños, niñas y adolescentes, será sancionada con pena privativa de libertad de diez a trece años”. (I)
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