La economía de la ciudad de Guayaquil creció más rápido que la de Quito, capital de la República, en el periodo 2018-2022, según las últimas cifras de las cuentas nacionales del Banco Central del Ecuador (BCE) publicadas en diciembre de 2023 y que detallan la producción de bienes y servicios por cantones.

El principal puerto del país cierra brecha y casi alcanza al valor agregado bruto (VAB) que genera Quito.

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El VAB de Guayaquil pasó de 22.680,4 millones de dólares en 2018 a 25.528,8 millones de dólares en 2022, un incremento del 12,6 % en ese periodo de tiempo.

El de la capital de la República subió de 25.615 millones de dólares en 2018 a 25.764,3 millones de dólares en 2022, un aumento del 0,6%.

Quito es sede de los principales bancos del país y también concentraba las rentas petroleras, pero el BCE ya atribuye esa producción a los cantones orientales donde se genera esa riqueza. De ahí que Orellana, Shushufindi y La Joya de los Sachas sean el tercer, séptimo y noveno cantón con más VAB generado.

El BCE calcula estas cifras con el indicador VAB, que es la resta de la producción total de bienes y servicios y el consumo intermedio, este último es el valor de los bienes y servicios utilizados como insumos en el proceso de producción (lo que cuesta producir). De ahí se determina la riqueza generada que se refleja en el Producto Interno Bruto (PIB).

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El VAB es el principal componente del PIB, indicador que expresa el valor monetario de la producción de bienes y servicios de demanda final..

Durante el siglo XX Guayaquil se había posicionado como la capital económica del país con un sector privado que generaba riquezas, pero la epidemia de mancha blanca que afectó al camarón y la crisis financiera a finales de la década del noventa del siglo XX hicieron caer su economía.

Desde entonces, por ejemplo, la actividad financiera se concentra en Quito, al igual que la mayor parte de la administración pública por ser la capital. Con el modelo estatista del correísmo (2007/2017) y un elevado nivel de endeudamiento público se dio un auge de la economía quiteña, que había superado a Guayaquil durante las primeras décadas del siglo XXI.

Sin embargo, se observa un cambio a partir del 2018 con el auge del sector privado y una economía estatal en agonía. Las estimaciones muestran que Guayaquil superó a Quito en 2023 como el principal cantón generador de riqueza, coinciden analistas consultados.

Según el BCE, el VAB es uno de los indicadores más importantes para evaluar la actividad económica.

El edificio de la plataforma financiera del Gobierno Central construido en Quito durante el correísmo. Foto: Alfredo Cárdenas.

¿Qué ha ocurrido con las economías de las dos principales ciudades del Ecuador?

La riqueza generada por la producción de bienes y servicios creció a un promedio anual del 3,2 % en el periodo 2018-2022 en Guayaquil, mientras que en Quito este aumento fue del 0,6 %.

Los sectores más fuertes de la economía guayaquileña y en los que supera a Quito son el comercial ($ 5.379,4 millones), industria manufacturera ($ 4.455 millones), agricultura y pesca ($ 1.336,3 millones), enseñanza ($ 944,1 millones), suministro de agua y electricidad ($ 434,6 millones) y explotación de minas y canteras ($ 68,3 millones).

Las fortalezas de Quito y en las que supera a Guayaquil son las actividades profesionales e inmobiliarias ($ 5.885,3 millones), alojamiento y servicios de comida ($ 3.013 millones), actividades financieras ($ 2.089,8 millones), administración pública ($ 1.502 millones), salud ($ 1.492,6 millones) y construcción ($ 1.353,4 millones).

El analista y urbanista Fernando Carrión afirma que las lógicas económicas de las dos ciudades son muy distintas. “Guayaquil tiene las plantaciones de su alrededor, como banano, café, cacao, más el camarón, productos de exportación que apuntalan su desarrollo. En el caso de Quito no hay ese aporte, pero sí tiene mucho más peso la banca, lo que se deriva de la crisis del cambio de siglo con el quiebre de los bancos guayaquileños”.

Si se suma el VAB que genera el conglomerado urbano de Guayaquil, que incluye a esa ciudad más Durán, Samborondón, Yaguachi y Nobol, este alcanza los $ 31.045,7 millones. El de Quito, más Rumiñahui, Mejía, Cayambe y Pedro Moncayo, que conforman su zona de influencia, es de $ 28.461,6 millones.

La industria del camarón se desarrolla en el conglomerado urbano de Guayaquil, que incluye a Durán. Foto: Cortesía de la CNA

Uno de los escollos del ritmo de crecimiento es el nivel de inseguridad que se agudizó a partir de 2022 con el incremento del número de homicidios intencionales. La Zona 8, que incluye Guayaquil, Durán y Samborondón, es la más conflictiva a nivel nacional con un total de 2.752 crímenes durante 2023.

A las muertes violentas, que en su mayoría responden a las disputas del crimen organizado en torno al tráfico de drogas, según la Policía, se suman los otros delitos que afectan al desarrollo empresarial, como las extorsiones a los negocios, robos y secuestros.

El analista y matemático Juan José Illingworth afirma que de seguir la tendencia de crecimiento del VAB, Guayaquil ya superó a Quito en 2023.

“Cuando Rafael Correa asume el poder (2007-2017), la deuda externa era de 10.000 millones de dólares. Luego que la renegociaron quedó en 13.000 millones y en diez años la expandieron a 60.000 millones de dólares. Toda esa plata es pública y fue a parar definitivamente a Quito, las rutas ecológica y Collas hacia Tababela, el Metro, los nuevos edificios gubernamentales, toda la obra publica que se concentró en la capital”.

En resumen, el endeudamiento público cambió el equilibrio regional, ya que su uso fue concentrado alrededor de Quito: “La reversión de los últimos años se explica porque ya no hay tal ritmo de endeudamiento, ahora se pagan los vencimientos y esa plata se va afuera, ya no está en proyectos de inversión”, agrega Illingworth.

La inversión privada y el desarrollo empresarial es lo que apuntala el crecimiento en Guayaquil, pero este sería mayor, agrega el especialista, si hubiera el complemento de la inversión estatal, como la construcción de infraestructura que hace falta, entre ellas, el Viaducto Sur (quinto puente) para facilitar el acceso al puerto.

La mayor parte de las carreteras de Guayas, en cambio, están concesionadas a la empresa privada desde 1998. El tema está en la calidad del gasto público. Un factor clave para el crecimiento es invertir para facilitar el flujo de carga e impulsar la producción.

“El sector camaronero debió recibir inversión en la parte eléctrica para no consumir diésel, eso hubiera inyectado mucho más crecimiento, pero se prefirió la política de cambio de la matriz productiva, lo que significó negociados en ventas de cocinas de inducción para enriquecer a unos pocos”, dice Illingworth.

Una consultora coreana realizó un estudio al inicio del periodo de Correa y concluyó que el país debía hacer de mejor manera lo que ya se venía haciendo que es la agroproducción, agrega: “Los expertos coreanos dijeron que se debía inyectar el dinero para ayudar a producir más al país, sin embargo, la gente del Senplades (Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo) de esa época dijo no y crearon el Plan del Buen Vivir”.

Ecuador basa su desarrollo sin dar valor agregado a la producción

Guayaquil le cerró brecha a Quito en los últimos años, dice Carrión, porque principalmente el modelo económico del 2007 al 2017 fue estatista. “Uno en donde el peso de lo estatal era fundamental y cómo el Estado tiene su capital en Quito, su crecimiento fue de la mano de eso, no solo en términos de producción sino también en consumo”.

Del 2018 a la actualidad entra la lógica del Estado mínimo en los gobiernos de Lenín Moreno (2017-2021) y Guillermo Lasso (2021-2022). “Todo eso hace que la microeconomía tenga un peso más grande, en ese sentido se ve claramente cómo desde 2018 Guayaquil empieza a tener un crecimiento, lo que le permite empatar a Quito”, agrega Carrión.

Si se suma lo que generan Durán y Samborondón, ya supera a Quito y su zona de influencia. “El caso de Durán es interesante porque es estratégico para la integración de la economía de la Costa con la de la Sierra, por eso desde allí partía el tren en su momento histórico”.

Durán es el quinto cantón que más aporta al PIB nacional, es decir, es la quinta economía cantonal del país. “El problema es que la inseguridad y las vacunas provocan el cierre de negocios, pero por otro lado, estos sectores tienen también el lavado de recursos económicos. Esta es una cantidad muy grande que hace que ciertos sectores de la economía crezcan, como el sector inmobiliario, turismo y financiero. Eso pasa en Guayaquil y Durán, lo que les significa una entrada de recursos frescos que buscan legalizarse”.

Las cifras del BCE evidencian la concentración de riqueza en los dos principales conglomerados urbanos del país: Guayaquil y Quito, las que además albergan a la mayor cantidad de consumidores porque son las más pobladas.

El VAB de las dos ciudades representa el 46,2 % del total nacional. Si se suma la riqueza generada en las zonas de influencia de ambos cantones el peso llega al 53,6 %.

De ahí la necesidad de las políticas de incentivar las inversiones para que estas vayan al resto del país consiguiendo un desarrollo más equitativo del territorio. (I)

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