La incertidumbre y la disrupción de la vida cotidiana que genera una inundación grave también pueden afectar la modalidad de trabajo de empresas y sus trabajadores.

Ecuador se encuentra en alerta naranja (evento inminente) por la venida del fenómeno de El Niño, que podría traer fuertes lluvias a nivel nacional y las consecuencias que eso conlleva: vías anegadas, destrucción de viviendas, deslaves, apagones e incluso heridos y muertos debido a inundaciones.

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El teletrabajo, una modalidad que continúa afectando física y mentalmente a los trabajadores en Ecuador

Pasar de una modalidad presencial al teletrabajo de forma repentina, por suerte, ya no será una sorpresa para la mayoría de empresas debido a la experiencia de la pandemia de COVID-19, que obligó a los negocios a adaptarse a trabajar de forma remota.

Algunos lugares de trabajo ya cuentan con una porción de su personal trabajando por vía telemática, como es el caso del Banco Guayaquil y Pronaca, que ya tienen regímenes de teletrabajo establecidos.

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Ambas instituciones tienen facilidades para sus colaboradores en teletrabajo. El Banco Guayaquil ofrece equipos de computación, sillas y tarjetas con montos definidos para la conectividad.

Pronaca, por su parte, provee a sus trabajadores sillas y cubre parte del costo de internet del personal en ciertos niveles, según Xavier Tobar, director de comunicación de la empresa.

“Ya tenemos una política de teletrabajo en caso de que eso sea una política que valga la pena tomar. No es una novedad para nosotros”, indica Tobar.

Efectos ambientales del teletrabajo dependen de hábitos de los colaboradores

Aparte de proveer equipos, otros elementos importantes para la transición al teletrabajo pasan más por lo que puede hacer el trabajador para enriquecer la experiencia, según Denisse Álvarez, docente investigadora de la Facultad de Administración y Negocios de la Universidad Casa Grande.

La experta recomienda adecuar un espacio solo para trabajar, lo cual ayuda a dividir la vida laboral de la personal. Apagar notificaciones de correos y mensajes del trabajo fuera de horario laboral también sirve para mantener esa división.

Mantener horarios razonables para cumplir las metas de trabajo también ayuda a evitar mezclar las preocupaciones del trabajo con el aspecto personal. Incluso vestirse de forma similar a la ropa que se usa en el trabajo puede ayudar a seguir una rutina.

Usar aplicaciones digitales de agendamiento de eventos y tareas puede ayudar a administrar el tiempo.

Implementar pausas activas para estirarse y caminar también es aconsejable para manejar el ritmo de trabajo y precautelar la salud mental y física.

La comunicación entre equipos de trabajo debe ser fluida. “La virtualidad corta esta interacción, sin embargo, la comunicación fluida ayuda a que se cuide mucho este aspecto”, expresa Álvarez.

Sin embargo, no todos pueden teletrabajar debido a la naturaleza de sus labores. Álvarez señala que aquellos que trabajan en la industria alimentaria y centros de salud, por ejemplo, no pueden parar de ir a sus trabajos, por lo cual empresas y organizaciones deben tener planes de contingencia y apoyos para que continúen con sus labores.

Las mujeres tienen más contratos de teletrabajo en Ecuador

El personal administrativo de Pronaca, por ejemplo, puede pasar a teletrabajo en caso de una inundación en el régimen existente, pero la dinámica es distinta para los colaboradores de plantas, granjas y demás centros críticos de la corporación que son parte clave de la cadena productiva alimentaria del país.

“Nosotros normalmente tenemos un comité de crisis, pero para este fenómeno de El Niño estamos armando un equipo específico, porque nadie sabe la fuerza con la que pueda venir, pero nos estamos preparando para enfrentar cualquier escenario”, explica Tobar.

Han identificado centros en específico cuyas actividades podrían verse afectadas por inundaciones y deslaves. Esos centros tienen “equipos de continuación del negocio”, encargados de asegurar que la producción siga en casos de emergencia.

“Es con esos centros con los que estamos trabajando estos planes y medidas preventivas”, dice Tobar.

Según datos del Ministerio del Trabajo con corte el 31 de agosto pasado, 7.858 empresas en el país registran contratos con teletrabajo vigentes. El ente estatal contabiliza 84.500 contratos de teletrabajo, de los cuales 40.168 corresponden a hombres y 44.332 a mujeres.

Pichincha y Guayas son las provincias con más contratos registrados, con 43.523 y 25.584, respectivamente. Ambos territorios siguen la tendencia nacional, con más mujeres teniendo contratos de teletrabajo que hombres. (I)