En el imaginario popular, la utilidad de las olas no va más allá de su importancia para deportes acuáticos, como el surf. Aunque las olas sí son de vital importancia para ese ámbito, también cumplen un papel fundamental para los ecosistemas marinos al esparcir semillas y organismos, y crean microambientes, como piscinas de marea, grietas y cuevas donde se refugia una variedad de animales.