IBARRA

En Imbabura, la Revolución Ciudadana (RC) lograría dos escaños en la Asamblea Nacional -Pamela Aguirre, quien lideró el colectivo Rafael Contigo Siempre, que buscaba la reelección del exmandatario, y José Maldonado, traductor quichua de las denominadas sabatinas en la década correísta, ganarían las curules.

Aguirre, quien fue parte de los destituidos por la muerte cruzada, logró la reelección con el 39,33 %, mientras que Fernando Jaramillo, de Construye, fue segundo con el 18,95 %. Tras ellos se ubicaron Lucía Posso, de Actuemos (Avanza-SUMA), con el 14,73 %, y José Maldonado (RC) con el 13,11 %.

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Álvaro Varela, consultor político, sostiene que los electores en esta provincia siguen siendo fieles al correísmo, en gran medida por la red clientelar que en su momento construyeron los funcionarios del gobierno del exmandatario.

La fragmentación de la representación y los resultados se asemejan a anteriores procesos, notándose que la fortaleza de la izquierda o centroizquierda dependió en esta ocasión de los candidatos presidenciales, coinciden analistas locales.

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La Revolución Ciudadana capta dos de cuatro espacios, en tanto que los dos restantes son beneficiarios circunstanciales y coyunturales de las condiciones electorales, señala Varela.

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Pachakutik pierde su espacio en esta provincia y surge un nuevo actor político alrededor de la figura del aspirante presidencial asesinado Fernando Villavicencio.

Para Iván Zambrano, consultor y docente universitario, los resultados afianzan el proceso de consolidación de la centroizquierda. Recuerda que el triunfo obtenido el pasado 14 de febrero por RC en esta jurisdicción, al captar la Prefectura y varias alcaldías, ayudó a catapultar las dos candidaturas.

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Agrega que Construye logró capitalizar el dolor provocado por la muerte del aspirante presidencial Villavicencio, convirtiéndose en la segunda fuerza política en Imbabura, sin embargo, cree que al no contar con figuras visibles, el futuro de esta organización política a nivel nacional y local es incierto.

Varela señala que la alianza Actuemos, que alcanzó una curul con la asambleísta Lucía Posso (Avanza), representa a un grupo político que ha mantenido su vigencia electoral alrededor de los gobiernos locales, universitarios y la clientela política construida por actores que han pertenecido a tiendas políticas pasadas.

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Considera que los errores políticos de los actores de la centroderecha, que habrían perdido credibilidad y empatía política con el elector, no lograron construir lazos de confianza con la ciudadanía en esta circunscripción.

Álvaro Varela, al referirse al movimiento indígena, fuerte en esta provincia, dice que las organizaciones de base están dispersas por la falta de liderazgo del presidente de la Conaie, este hecho habría impedido una cohesión interna y facilitó la dispersión del voto.

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Según Zambrano, las estructuras de la Conaie son horizontales en la toma de decisiones y muy disciplinadas, una vez que fueron informadas que no tenían candidato presidencial, algunos votos favorecieron a Noboa, Sonnenholzner y Villavicencio.

“Una cosa es Pachakutik con la Conaie y otra muy diferente sin ella, la Conaie ha generado símbolos ideológicos que de alguna manera influyen en cerca del 14 % del electorado, mientras que Pachakutik sin Conaie solo llega al 3 %”, anota Zambrano.

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Varela manifiesta que los asambleístas electos por el correísmo lo único que acumulan a su favor es su fidelidad a Correa, no es que sean personajes con alto talento político y con capacidad e iniciativa legislativa.

Al referirse a José Maldonado, enfatiza que su único activo visible es haber traducido del castellano al quichua las cadenas de los sábados del expresidente Correa, hecho que no necesariamente significa capacidad política.

En el caso de Fernando Jaramillo, dice que él es beneficiario circunstancial y directo del arrastre electoral de Fernando Villavicencio.

Y sobre Lucía Posso, indica que acumula un voto clientelar de Pablo Jurado, exprefecto, y Álvaro Castillo, alcalde de Ibarra. “Es probable que la clientela electoral de su padre, Antonio Posso (exlegislador y exrector de la UTN), le sirvió para acumular ciertas adhesiones de sectores beneficiarios.

Finalmente, coinciden en que el rostro nuevo es el representante de Construye, Fernando Jaramillo.

“En política no es únicamente la edad la que sugiere que un líder sea “nuevo” o viejo”; importa mucho saber qué intereses representa, a qué caudillos o caciques responde y quiénes son los mentores que legitiman sus acciones”, agrega Varela. (I)