Habitantes de los pueblos afectados por el socavón y corte de la vía Quito-Lago Agrio, sector Piedra Fina, en la provincia de Napo, se propusieron abrir una vía emergente con sus propios esfuerzos y recursos.
A principios de diciembre del año pasado dicha carretera se derrumbó producto de la erosión regresiva del río Coca, fenómeno que se da desde febrero del 2020 como consecuencia de la desaparición de la cascada San Rafael. Esto afectó a la vía y a los dos oleoductos que transportan petróleo (SOTE y OCP).
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Para el transporte de petróleo se restableció la conexión en menos de un mes con jornadas de trabajo de 24 horas al día, pero no ocurrió lo mismo para los habitantes.
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La iniciativa de abrir una vía provisional nació de los moradores de la parroquia Gonzalo Pizarro, cantón El Chaco, que son los más afectados por el cierre de la carretera.
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Este poblado vivía de la prestación de servicios de hospedaje y alimentación a los conductores de transporte pesado (tanqueros) que, en sus largos viajes a Sucumbíos y Orellana, hacían un descanso y pernoctaban en este lugar.
Al notar que desde el Gobierno nacional no se ha promovido la construcción de una variante que permita la conexión inmediata entre Sucumbíos y Quito, hombres y mujeres tomaron picos y palas y empezaron con la llamada minga de la sociedad civil, para abrir un paso emergente por las faldas del socavón donde el fenómeno natural dejó destrucción, piedras y lodo.
Guadalupe Campoverde comentó que el 3 de enero de 2022 un grupo de personas comenzó con la idea de la minga para abrir un paso provisional, a pocos metros del río Quijos, por donde ya había pasado el socavón dejando una extensa área desértica.
“Hicimos una reunión, pusimos al frente dos personas, armamos comisiones, para la cocina, logística, gestión, y nos pusimos manos a la obra”, refirió la mujer que se encarga de coordinar el grupo que prepara los alimentos para los mingueros.
Diariamente entre 50 y 60 personas llegan a trabajar y colaborar en esta iniciativa.
Conforme pasaron los días, habitantes de otros poblados afectados por la destrucción de la vía también se sumaron a la iniciativa, a ellos se unieron empresas privadas, transportistas, personas naturales, con lo cual han contratado maquinaria pesada, como tractores y retroexcavadoras, para construir la carretera provisional moviendo grandes montículos de lodo y piedras que dejó el socavón.
Campoverde habita en el recinto Libertad, kilómetro 95 de la vía Lago Agrio-Quito. Ella vivía del transporte pesado, decidió cerrar su negocio y se unió a la minga. “Bajito diariamente atendía a 40 y 60 vehículos de transporte pesado que llegaban a mi paradero”, comentó la mujer.
Como ella cientos de negocios y lugares turísticos han tenido que cerrar porque desde diciembre del 2021, con el colapso de la carretera en Piedra Fina, sus clientes han tenido que movilizarse por la vía Baeza-Loreto-Coca-Lago Agrio.
Para sostener la minga, la gente hace rifas, colectas de víveres y de dinero en los pueblos de Chaco, Gonzalo Pizarro y Lago Agrio, para reunir los recursos económicos y pagar el trabajo de la maquinaria que han tenido que contratar.
Los dirigentes señalaron que el Gobierno nacional no ha contribuido con dinero en esta vía, al contrario, ha entorpecido el trabajo y gestión que hace la sociedad civil, sostuvieron.
La viceministra de Transporte y Obras Públicas les habría dicho que no era posible construir esta vía por las faldas del socavón, que era muy riesgoso.
La minga ciudadana lleva tres meses y medio de trabajo y no se ha presentado ningún accidente laboral.
“Nos dijeron que estábamos locos, pero toda idea es loca hasta que no se hace realidad y ahora vemos que teníamos la razón”, aseveró Wilmer Corrales, quien está encargado de coordinar la maquinaria pesada que trabaja en el sector.
La carretera emergente por las faldas del socavón tiene una longitud de 850 metros y está próxima a terminarse y con ello se recuperará el tránsito vehicular entre Lago Agrio y Quito, pero en principio el paso será solo para vehículos con tracción 4x4, motocicletas y camiones pequeños.
Al momento por la vía ya se movilizan las personas a pie haciendo transbordo. También han pasado vehículos por temas de emergencia, los productores de la zona, asimismo, la utilizan para trasladar en hombros su producción hasta San Luis, donde ya se puede tomar la carretera estable.
Según los dirigentes de la minga de la sociedad civil, en términos generales hasta el momento habrían invertido unos 70.000 dólares en los trabajos de apertura de la variante provisional, todo conseguido bajo autogestión por la sociedad civil.
“Salimos a las ocho de la mañana y a veces regresamos seis de la tarde, pasamos todo el día aquí. Aquí preparamos el almuerzo y tratamos de estar apoyando en lo que pueda, porque igual en las casas el negocio está malo, no hay trabajo, entonces nos venimos a la minga para sacar la vía”, dijo Miriam Amaguaya.
Entre los pueblos afectados de manera directa por el colapso de la vía Quito-Lago Agrio están San Francisco, La Libertad, Reventador, San Rafael, Piedra Fina, San Luis, San Carlos, el Salado, Cascabel, Guaitaringo, Tres Cruces, Las Palmas, y de manera indirecta, los cantones Chaco, Gonzalo Pizarro, Cascales y Lago Agrio.
“Desde que se fue la cascada San Rafael hemos sentido el golpe y se remató con el colapso de la carretera. Recibíamos por lo menos unos 11.000 turistas que fomentaban el desarrollo económico de estos pueblos”, señaló Byron Herrera, presidente de los prestadores de servicios turísticos de Gonzalo Pizarro.
De la desgracia y destrucción dejada por el socavón esperan sacar provecho y ya piensan en convertir el lugar en un atractivo turístico.
El alcalde de Chaco, Javier Chávez, y el prefecto de Sucumbíos, Amado Chávez, han enviado maquinaria pesada para apoyar la minga, pero lo han hecho con recursos propios de manera personal, puesto que, al no contar con una declaratoria de emergencia vial, no pueden disponer de maquinaria ni recursos públicos, indicaron.
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Ante el colapso de la vía Quito-Lago Agrio, el Gobierno anunció construir una variante provisional de 10 kilómetros por la parte alta del volcán Reventador y una variante definitiva por el alto Coca, pero ninguna de las dos obras se ha iniciado.
La ruta Quito-Chaco-Lago Agrio es la más cercana con un recorrido de 250 kilómetros, mientras que las vías alternas por donde ahora existe movilización son más largas.
La Quito-Baeza-Loreto-Coca-Lago Agrio tiene 380 kilómetros y la Julio Andrade (cantón Tulcán)-La Bonita-Lago Agrio tiene una longitud aproximada de 406 kilómetros. (I)