Entre las habitaciones de una casa están instaladas las mesas, al pasar por ese lugar pasaría desapercibido, no hay un letrero, ni un aviso del restaurante, pues sus clientes ya saben que cada sábado pueden degustar de un platillo que no es tan común. Doña Lola Trujillo es conocida por vender caldo de nervio, una sopa con el órgano reproductor del toro.