La falta de certezas de lo que sucederá en el proceso electoral de agosto próximo, fruto de la muerte cruzada, la difícil situación económica y fiscal existente -afectada más aún a futuro por los temas del Yasuní y del fenómeno de El Niño-, así como el típico frenazo de la transición de un gobierno a otro, dibujan un panorama económico y productivo complejo. Así lo analizan varios expertos.