No será en un pesebre en Belén. En esta Navidad Jesús nacerá en Brasil, en medio de la Amazonía arrasada por las llamas. Y será un bebé negro, hijo de una virgen negra, rodeado de querubines indígenas.
Pero este año la iglesia, que monta los pesebres gracias al trabajo voluntario y las donaciones de sus fieles, decidió abrazar la temática e incluir un mensaje antirracista.Son temas que vuelven a primer plano sin cesar en el Brasil de Bolsonaro.El mandatario defiende la explotación agropecuaria y minera de la mayor selva tropical del mundo. Durante sus dos años de mandato, la deforestación de la Amazonía ha alcanzado niveles récords en una década y se han multiplicado los incendios.Bolsonaro ha sido acusado a lo largo de su carrera de hacer comentarios peyorativos sobre los negros y los indígenas.A pesar de las tensiones políticas, Dos Santos asegura que la iglesia no tiene miedo de represalias por su nuevo pesebre. \"Si lo destruyen, que así sea. Tenemos un año entero para reconstruirlo\", dijo a la AFP.\"Las ideas no se rompen. La motivación no se rompe. El espíritu no se rompe. Todo eso permanece. La idea queda. Este niño [Jesús], entero o roto, trae mensajes diferentes. Y sus dos mensajes son muy importantes\", resalta. (I)","isAccessibleForFree":true}
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La iglesia del Sagrado Corazón de Jesús tiene una tradición de exponer asuntos contemporáneos en su representación anual del nacimiento de Jesús.
No será en un pesebre en Belén. En esta Navidad Jesús nacerá en Brasil, en medio de la Amazonía arrasada por las llamas. Y será un bebé negro, hijo de una virgen negra, rodeado de querubines indígenas.
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