“Incluso los monos, que se los encuentra por cientos en los pestilentes pantanos de manglar, han huido de esta morada de silencio… [y] la desolación es la reina indisputada”, narra el estadounidense Adrian Terry sobre la travesía a lomo de caballo y a pie que hizo en 1832 por lo que ahora es la vía Molleturo-Naranjal, entre las provincias de Azuay y Guayas.