Michel Temer pasó tres décadas en los bastidores de la política brasileña, hasta que alcanzó el poder tras el impeachment de Dilma Rousseff. Sobrevivió a casi todo, incluso a una impopularidad récord en su breve mandato, pero a los 78 años el veterano estratega ha caído víctima de las denuncias de corrupción que oscurecieron su gris presidencia.