Ha pasado una década desde que la talla de Narcisa de Jesús llegó a la iglesia de San Lorenzo, en el madrileño barrio de Lavapiés y el mismo tiempo desde que fue nombrada santa, el 12 de octubre de 2008, por el papa Benedicto XVI. Dos motivos suficientes para que esta mañana decenas de inmigrantes llenaran el templo para rendir tributo a la patrona de Nobol.