A las 15:22 aterrizó el avión que trasladó los restos mortales de monseñor Luis Alberto Luna Tobar, quien falleció el martes pasado a los 93 años por varias complicaciones en su salud, en Quito.En el aeropuerto de la capital azuaya lo esperaban familiares, amigos y autoridades civiles. El féretro fue llevado en hombros por uniformados de las Fuerzas Armadas que lo embarcaron en el vehículo del Cuerpo de Bomberos de Cuenca.Teresa Moscoso fue una de las primeras en llegar al aeropuerto, aunque no le permitieron ingresar a la plataforma en donde se levantó una capilla ardiente. Con sus 83 años de edad soportó calor y casi una hora de pie. Con un globo blanco en la mano quiso decirle adiós.“No tengo nada más para devolverle todo lo que hizo por mí. Cuando no tenía qué comer, él me llamaba, y mis hijos hasta pudieron estudiar”, dijo sin dejar de caminar y con lágrimas que rodaban por sus arrugas.Ella junto con centenares de personas escoltaron el carro de la institución bomberil.El vehículo avanzó por la avenida España. En el trayecto era notorio el dolor que sentían quienes conocieron al clérigo que trabajó para los más necesitados.Imelda San Juan y Blanca Córdova recordaron a Luna Tobar cuando él ofrecía los sermones en las ceremonias religiosas. Dijeron que prestaban atención a sus palabras.“Monchito hablaba claro y nos enseñaba que los pobres tenemos derechos y tenemos que trabajar por ellos”, indicó una de las mujeres.El cortejo fúnebre avanzó por la avenida Huayna Cápac, luego transitó por la avenida Simón Bolívar. Aproximadamente a las 17:00 llegó a la Catedral de la ciudad.En este templo, monseñor Luna Tobar volvió a recibir honores militares. El féretro fue ingresado al altar mayor, donde varios sacerdotes colocaron insignias que caracterizaron su labor sacerdotal.En este sitio, los restos del clérigo serán velados hasta mañana. A las 12:30, se celebrará una misa, luego se ingresará el ataúd en una cripta.(I)<strong>19</strong><br /> años sirvió Luna Tobar como arzobispo de Cuenca.<strong>Reacciones</strong>