Yulexi a los 13 años, Lorena a los 14, Lucila a los 16, Yadira, Grace y Cilene a los 17, Angie a los 18. En diferentes momentos, todas se enfrentaron a un embarazo que a unas mantiene alejadas de los estudios o dedicadas a cuidar a un hijo no planificado. Coinciden en algo: sabían de métodos anticonceptivos y cómo usarlos. Tenían acceso, pero no se protegieron. Las razones: “Podía quedar infértil”, “no imaginaba que podría ocurrir”. Pero pasó y, a algunas, en el primer encuentro.