¡Hola y bienvenido/a! Si estás aquí es porque te fueron infiel alguna vez en tu vida. Pudo haber sido “solo un beso” o tal vez algo más elaborado: un amorío de meses, una doble relación o mi favorita… “solo era una amiga”.

Pero no te preocupes. En este blog no juzgamos, porque la realidad es que a todas y todos nos han engañado. A mí, personalmente, me pasó dos veces y en dos relaciones diferentes, porque, como dicen varios de nuestros lectores, “todos mienten”.

Publicidad

Y sí, nadie quiere ser engañado, pero es un fenómeno que, directa o indirectamente, nos afectará en algún punto de nuestra vida… pero (spoiler), de amor o desamor, nadie se muere.

¿Qué se considera una infidelidad?

Resulta interesante cómo para cada persona existe una definición y a su vez un límite de la infidelidad. “Para mí, la infidelidad es cuando materializas en alguna acción que tenías en tu mente. Puede ser sexting, coqueteo, entre otras”, comenta Roberto. “Yo creo que infidelidad es el simple hecho de pensar en alguien más que no sea tu pareja. Para esta regla no aplican ni celebridades, actores, cantantes o influencers”, nos cuenta José.

Publicidad

Pero, para otras personas, la infidelidad tiene un límite que llega a un nivel marcado y claramente definido por lo físico. “Yo no considero infidelidad el hecho de coquetear con alguien. Cuando se llega a algo físico, inclinado a lo sexual, ese es el límite”, comenta María.

¿Qué tan común es la infidelidad?

Realizamos una encuesta en nuestras redes sociales (si no nos sigues, puedes hacer una pausa y buscarnos como @rumcomblog en Instagram y TikTok), y el 76 % de nuestros lectores confirmó que ha sido engañado. Tan solo el 24 % no ha tenido esta —para nada agradable— experiencia.

No importa tu sexo, edad o nacionalidad, esta cifra nos hace más similares que nunca y desata dos preguntas más en mi mente: ¿por qué la infidelidad está tan normalizada en nuestra sociedad?; y, aún peor, ¿por qué hay personas que, a pesar de saber que sus parejas las engañan y tener por acuerdo una relación monogámica, dicen seguir o luchar por su “amor”?

Hace poco me contaron una historia sobre una pareja. Vamos a llamarlos Manuel y Lily. Ellos tienen una relación de más de 5 años y viven juntos; con ellos también convive la hija de Lily, que tiene 8 años. Manuel trabaja en una empresa farmacéutica y Lily es ama de casa. Todo iba relativamente bien hasta que un día Manuel empezó a llegar a casa más tarde de lo habitual, se quedaba en el gimnasio más tiempo, salía de la casa para hablar por celular… y Lily empezó a sospechar lo peor. Pensó mal, y acertó, claro.

¿Esto significa que Lily lo dejó? No. ¿Lo enfrentó y le dijo que ella sabía exactamente quién era su amante? Tampoco. Entonces se preguntarán: ¿qué hizo Lily? Pues colocó unas medicinas en su comida para provocarle malestar estomacal y que no saliera de su casa… por una semana. ¿Y le va a decir algo? ¡Claro que no! Porque ella quiere (o necesita) seguir con él.

Yo, personalmente, hubiera elaborado un plan de venganza, ¡pero ella quiere seguir con él!… ¿O necesita seguir con él?

En un estudio realizado en la Universidad de Florida se demostró que una persona infiel posee la inclinación al apego, denominado “apego inseguro”, es decir, cuando una persona tiene miedo a ser abandonada y siente inestabilidad emocional. Y en este caso, creo que el apego va en doble vía.

Las mejores historias de nuestros lectores sobre infidelidades

—en anonimato—

  • “Se fue a Disney con el ‘mejor amigo’… Todo ese grupo era gay”.
  • “Me pusieron los cachos en San Valentín”.
  • “Recibió por su cumpleaños dos camisetas del Barça. Me la había pedido a mí… y a la otra también”.
  • “Se iba a la playa con sus amigos y estuvo todo el fin de semana en la ciudad con otra chica”.
  • “Me dijo que necesitaba tiempo y resulta que el tiempo vino de vacaciones al país”.
  • “Decía que la mejor amiga era un amigo más… Ahora es el padrastro del año”.

Entonces, si alguien fue infiel una vez…, ¿lo será siempre?

Dicen que si una persona es infiel siempre lo será. Pero creo que a esta frase le faltaron unas cuantas palabras y debería cambiarse a “si una persona es infiel una vez, lo seguirá siendo, siempre y cuando continúe con la misma pareja”. Porque la realidad es que, una vez rota la línea del respeto, no hay vuelta atrás.

Así que, si tu pareja te dice que “nunca más lo volverá a hacer”, es mejor correr. Si no quieres correr de esa relación porque crees que dependes de tu pareja, ya sea emocional o económicamente, es momento de preguntarte qué buscas para ti y analizar lo que realmente mereces, porque nadie debería recibir migajas de amor. (O)