Las historias de aquellas personas que tienen sueños tan vívidos que se agitan, empujan al que tienen al lado, se levantan de golpe o se caen de la cama suelen ser contadas como incidentes graciosos y sin mayor efecto que un golpe dado sin querer.

Pero cuando los incidentes se repiten, podría ser conveniente mencionarlo al médico, porque a más de un sueño poco reparador, podrían indicar, más tarde en la vida, otras complicaciones.

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El doctor Erik St. Louis, del Centro de Medicina del Sueño de la Clínica Mayo, en Rochester, ha observado innumerables pacientes que empiezan a ‘correr’ debajo de las sábanas. Los párpados se agitan, las piernas se ponen en marcha hasta ganar velocidad y se despiertan abruptamente.

La polisomnografía registra ciertas funciones corporales a medida que uno duerme o trata de dormir y se utiliza para diagnosticar trastornos del sueño. Foto: Shutterstock

Una mujer que estuvo en observación le contó que con frecuencia tenía sueños locos en los que la perseguían, mientras que un auto la esperaba para ayudarla a escapar, y mientras este se alejaba lentamente, ella corría para alcanzarlo, y se despertaba cuando estaba a punto de subir.

Actuar los sueños mientras se duerme es la principal manifestación del trastorno de conducta del sueño MOR (movimientos oculares rápidos), una parasomnia que St. Louis ha tratado por décadas.

Si bien se cree que afecta solo al 1 % de la población general, el trastorno de MOR es lo suficientemente frecuente como para que el doctor St. Louis a veces lo identifique mientras evalúa a un paciente por otra afección del sueño más común. “Puede ser completamente inesperado y una revelación tanto para el paciente como para el médico”, afirma.

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No solo hay la posibilidad de causar lesiones al durmiente y a su compañero de cama, sino que este trastorno podría ser una señal temprana de enfermedades neurodegenerativas, como la enfermedad de Parkinson.

Por eso están reuniendo datos para hacer un ensayo sobre un tratamiento neuroprotector con un medicamento o una intervención que pueda prevenir la enfermedad de Parkinson o la demencia en el futuro.

Predictor de problemas neurodegenerativos

El MOR es una de las fases del descanso, y en ella los ojos se mueven rápidamente debajo de los párpados, los sueños se vuelven más vívidos e intensos y la mayoría de los músculos se paralizan. Eso es algo bueno, porque de lo contrario, nos levantaríamos y saltaríamos aún dormidos, lo cual nos pondría en constante riesgo.

Sin embargo, los pacientes con trastorno de conducta del sueño MOR pierden esa parálisis y por eso pueden cantar, gritar, dar golpes, dar patadas y agitar los brazos. Estos episodios no se reconocieron como un trastorno médico hasta 1986.

Detectar temprano el trastorno de conducta del sueño MOR (movimientos oculares rápidos) permitiría encontrar otras enfermedades. Foto: Shutterstock

Sin embargo, hoy se sabe que más de la mitad de las personas con este trastorno desarrollan problemas neurodegenerativos, en particular uno en el que se acumulan depósitos anormales de una proteína llamada alfa-sinucleína en el cerebro, causante de la enfermedad de Parkinson, la demencia con cuerpos de Lewy y la atrofia multisistémica.

Los cúmulos tóxicos de alfa-sinucleína parecen dañar partes del tronco cerebral encargadas de inmovilizar los músculos mientras dormimos antes de pasar a otras regiones que controlan actividades diurnas más manifiestas.

Detectar temprano el trastorno de conducta del sueño MOR permitiría encontrar también esas otras enfermedades y seguir trabajando en encontrar tratamientos dirigidos a las proteínas relacionadas con la neurodegeneración, algo que aún no se ha logrado.

El doctor St. Louis, neurólogo y experto en medicina del sueño, explicó a este Diario que es probable que el trastorno del comportamiento del sueño MOR (RBD, por sus siglas en inglés, REM Behaviour Disorder) esté infradeclarado. “Los estudios basados en encuestas en comunidades demuestran una frecuencia relativamente alta, entre el 7 % y el 14 % de personas tienen síntomas, mientras que las estimaciones que utilizan estudios del sueño muestran una prevalencia de al menos entre el 1 % y el 2 %”. Hay allí una brecha importante.

¿Cómo se demuestra la relación del trastorno MOR con las enfermedades neurodegenerativas? Mediante estudios de seguimiento a largo plazo de pacientes que tienen este diagnóstico inicial sin otra enfermedad concurrente conocida, y que desarrollan una enfermedad neurodegenerativa. El médico dice que la asociación entre este desorden del sueño y las enfermedades cerebrales causadas por aglomeraciones tóxicas de la proteína alfa-sinucleína es ‘especialmente estrecha’.

Además, el riesgo de padecer estas enfermedades en este grupo de pacientes es de entre el 70 % y el 75 % en adultos mayores de 65 años. “Los estudios de autopsias de tejidos cerebrales o corporales y varios otros estudios que muestran disfunción del pensamiento o del movimiento, por ejemplo, también apoyan esta fuerte asociación”.

¿Hay síntomas diurnos que acompañan un trastorno del sueño MOR? “A veces no hay ninguna consecuencia diurna aparente o perceptible, pero algunos pacientes experimentan alteraciones de la calidad del sueño, fatiga o somnolencia, especialmente los que tienen apnea”, dice el neurólogo.

Los síntomas neurológicos diurnos pueden incluir:

  • Alteraciones cognitivas o de la memoria
  • Problemas motores (temblor o temblor de manos o problemas de equilibrio)
  • Problemas del sistema nervioso autónomo (problemas de vejiga, mareos o desmayos al ponerse de pie o estreñimiento importante).

“Todos ellos son síntomas que pueden reflejar el trastorno cerebral neurodegenerativo subyacente”.

¿Qué debe hacer un paciente con sueños inquietos que lo ponen en riesgo de caerse o golpearse? “Los tratamientos médicos estándar para prevenir lesiones durante los episodios de representación de sueños son la melatonina y el clonazepam”, responde St. Louis.

Las personas que tienen más trastornos del sueño entre los 30 y los 40 años pueden tener problemas de memoria y pensamiento una década después. Foto: Shutterstock

También se aconseja a todos los pacientes y a sus familias que por seguridad consideren retirar cualquier arma del dormitorio, así como bajar la cama, alejar los muebles de la cabecera y colocar cojines para evitar lesiones por caídas.

La calidad del sueño es importante para la salud cognitiva

No se trata de una cuestión que solo debe preocupar a los adultos mayores. Las personas que tienen más trastornos del sueño entre los 30 y los 40 años pueden tener problemas de memoria y pensamiento una década después, según un estudio de la relación entre la calidad y cantidad del sueño en jóvenes adultos y la función cognitiva en la edad mediana.

Un grupo de investigadores del Departamento de Psiquiatría y Ciencias de la Conducta de la Universidad de California indica que cada vez hay más evidencia que respalda una asociación entre la calidad del sueño y el riesgo de demencia.

Ellos examinaron la duración y la calidad del sueño de 526 personas entre los 30 y 40 años, y midieron su cognición 11 años después. Después del ajuste por datos demográficos, educación, tabaquismo, índice de masa corporal, depresión, actividad física, hipertensión y diabetes, aquellos con mayor índice de fragmentación del sueño tenían más del doble de probabilidades de tener un rendimiento cognitivo deficiente.

Contar lo que soñamos, lo que nos pasa mientras soñamos, y las preocupaciones que nos genera sí tiene sentido, si lo hacemos a un médico de confianza que pueda guiarnos a una evaluación más profunda. (I)