El hígado graso es una condición que afecta a millones de personas en el mundo y que puede provocar complicaciones graves si se agudiza, provocando enfermedades como cirrosis o cáncer. Se produce cuando el hígado acumula demasiada grasa y no puede funcionar correctamente.
Esta afección puede estar relacionada con factores como la obesidad, la diabetes o el consumo excesivo de alcohol.
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Ejercicios que ayudan a aliviar el hígado graso
Aunque todavía no hay un tratamiento farmacológico específico que pueda curar esta enfermedad, hay varias investigaciones en curso que podrían cambiar esta realidad en el futuro. Así lo indica el sitio web del Hospital Clínic de Barcelona, donde se menciona que se están evaluando en diferentes ensayos clínicos los posibles tratamientos.
Mientras esos fármacos se aprueban, los pacientes con hígado graso pueden tomar medidas para mejorar su situación sin necesidad de medicamentos.
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Tratamiento para el hígado graso
El Hospital Clínic de Barcelona destaca que la clave está en modificar el estilo de vida, adoptando hábitos saludables que ayuden a reducir la grasa acumulada en el hígado y a prevenir el avance de la enfermedad.
Entre estos hábitos se encuentran la pérdida de peso, el control de la diabetes, la hipertensión y el colesterol; seguir una dieta como la mediterránea, moderar el consumo de alcohol y hacer actividad física regular.
“Diferentes estudios han demostrado que la pérdida de peso, como mínimo del 5%, permite disminuir la grasa del hígado y que una pérdida de más del 10% del peso favorece la reversión de la enfermedad mediante la reducción de la fibrosis (tejido cicatrizante)”, explica el hospital en su sitio web.
Estas recomendaciones coinciden con las que ofrece el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales (NIH, por sus siglas en inglés), que señala que la pérdida de peso es la primera medida que debe tomar el paciente para tratar el hígado graso.
Según el NIH, “si el paciente tiene sobrepeso u obesidad, adelgazar eligiendo alimentos saludables, limitando el tamaño de las porciones y manteniéndose físicamente activo puede mejorar la enfermedad del hígado graso”.
Si el hígado graso provoca complicaciones como cirrosis, el NIH indica que se pueden tratar con medicamentos, procedimientos médicos o cirugía, incluso se puede necesitar un trasplante de hígado para recuperar la salud.
Por lo tanto, aunque no existe una solución farmacológica para el hígado graso, hay esperanza para los afectados por esta condición.
Siguiendo las pautas de los expertos y cuidando la alimentación y el ejercicio, se puede mejorar la calidad de vida y prevenir complicaciones mayores. (I)
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