El cerebro, al igual que el resto de las partes del cuerpo, se ven afectados por el envejecimiento. Esta es una de las razones por las que algunas personas que llegan a los 40 años empiezan a sentir que no recuerdan las cosas de la misma manera que antes o incluso, que no pueden recordarlas con la misma rapidez que cuando eran más jóvenes.