Cuando hay una inflamación intestinal o del tracto digestivo puede originar lo que se conoce como trastorno del intestino irritable (EII), una afección que se asocia a problemas digestivos que en algunos casos provocan intenso dolor.
Al respecto, un estudio sugiere que la fibra que entra al organismo juega un papel importante y de manera positiva para combatir dicho trastorno.
Publicidad
La fibra se considera como los “carbohidratos no digeribles contenidos en cereales, semillas, verduras y frutas”, según los expertos de la FAO/OMS que cita la Biblioteca Nacional de Medicina.
¿Cómo afecta la fibra al intestino?
Mucho se ha dicho sobre los beneficios de la fibra en los procesos digestivos y para aliviar el estreñimiento. Por lo tanto, cuando el cuerpo carece de fibra esto puede desencadenar una enfermedad inflamatoria intestinal, según explica Medical News Today.
Publicidad
Por ello, el estudio que cita el mencionado sitio web y que se hizo público en Cell Host & MicrobeTrusted Source, establece cuál es la relación de la fibra con la inflamación intestinal.
“Una dieta libre de fibra fomenta el crecimiento de bacterias que degradan la mucina, que consumen la capa de moco en el sistema digestivo”, dice el estudio.
Es decir, que cuando no hay suficiente fibra en el sistema digestivo se “deteriora el revestimiento mucoso del colon” y esto produce lo que se conoce como una colitis.
Por lo tanto, el consumo de fibra “promueve el desarrollo de un espesor de moco saludable” que de alguna manera previene la inflamación en la persona.
El sitio web Healthline cita un estudio previo publicado en Gastroenterología en el que se sugiere que no todos los tipos de fibra son beneficios para personas con EII.
De hecho, añade que ciertos tipos de fibra solubles pueden empeorar los síntomas por lo que se le recomienda a los pacientes limitar el consumo de fibra para minimizar molestias gastrointestinales.
Pero, hay quienes difieren al respecto y apoyan la nueva investigación.
“Las recomendaciones dietéticas para pacientes con EII han sido muy variables, en gran parte debido a la escasez de datos de investigación disponibles para guiar la práctica clínica”, indica para Medical News Today el Dr. Rudolph Bedford, gastroenterólogo certificado del Providence Saint John’s Health Center en Santa Mónica, Estados Unidos. (I)