En uno de sus discursos en Estocolmo, en 1998, cuando recibió el Premio Nobel de Literatura, el escritor portugués José Saramago, dijo: “Entonces, los ciudadanos de a pie, hagamos uso de la palabra y tomemos la iniciativa. Con la misma vehemencia y la misma fuerza con que reivindicamos nuestros derechos, reclamemos también el deber de nuestros deberes. Quizás el mundo pueda empezar a ser un poco mejor”.