Las bebidas espirituosas nos han acompañado por siglos. Estas se producen por fermentación y luego destilación de frutas o cereales, luego de lo cual se someten a un proceso de envejecimiento o crianza, en algunos casos, y en otros, a una maceración para una posterior redestilación, lo cual da lugar a la gran variedad de bebidas que con un alto contenido alcohólico se denominan destilados y denotan perfiles muy variados en aromas y sabores.