“Es bueno estar aquí haciendo jaleo”, celebró Mick Jagger, vocalista de The Rolling Stones, ante el público que había acudido a verlo a él y a sus compañeros Keith Richards y Ronnie Wood al auditorio The Racket, en Nueva York, el pasado jueves. Todo por la presentación de su primer disco en 18 años, Hackney Diamonds.

Edición limitada en vinilo transparente del nuevo álbum 'Hackney Diamonds', que salió al mercado el viernes 20 de octubre. Es la primera producción original desde 'A Bigger Bang' (2005). Foto: AFP

Los Stones regalaron a la escogida concurrencia temas de la nueva producción, como Angry, cuyo video oficial ya está en las plataformas digitales. Pero también tocaron éxitos anteriores como Tumbling Dice y Jumpin’ Jack Flash. Además, invitaron a Lady Gaga a unírseles para interpretar Sweet Sounds of Heaven, y esto originó una competencia entre ella y Jagger por quién alcanzaba la nota más alta.

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Según The Hollywood Reporter, entre los aficionados estuvieron varias celebridades, como el actor Daniel Craig, el comediante Chris Rock, la diseñadora de moda Mary-Kate Olsen, los presentadores de televisión Trevor Noah y Jimmy Fallon.

Fue una visita sorpresa al club neoyorquino, reportó la agencia EFE.

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En total, dejaron oír siete canciones del nuevo álbum y más éxitos: Shattered, Angry, Whole Wide World y Bite My Head Off, según informó este viernes su discográfica.

La salida de Hackney Diamonds ha generado ya impresiones entre los críticos musicales... no todas favorables.

Grayson Haver Currin, de The Pitchfork, dice que los músicos “hacen malabares” para estar a la altura de su imagen a pesar de su edad. “Tratan y fracasan en revigorizarse en la fuente de juventud del rock’n’roll que contribuyeron a crear”. Atribuye este disco a una sola causa: la avaricia.

En cambio, Alexis Petridis, de The Guardian, afirma que si este es el fin de la banda The Rolling Stones, se están yendo “con un bang”. Hackney Diamonds no tiene las mejores letras de la historia de la banda, “pero tiene sentido de propósito, con los riffs del fabuloso Keith Richards y con Mick Jagger sonando genuinamente enérgico”.

Jen Aswad, de Variety, opina que no es el mejor trabajo de la carrera de los británicos, pero es impresionante el nivel logrado por un grupo octogenario, y más aún cuando recientemente perdieron a quien fue su baterista por casi 60 años (Charlie Watts, fallecido en 2021).

Chris Richards, de The Washington Post, dice que la molestia de algunos fanes con este álbum puede deberse a que encuentran sacrílego que los sobrevivientes hayan decidido seguir tocando sin Watts, pero asegura que la nueva música tiene una elasticidad que no se les escuchaba desde Tattoo You (1981).

Jeremy Winograd, de Slant, no alaba las letras ni los riffs, pero coincide con lo de la elasticidad. Dice que se nota que se han enfocado en crear un sonido listo para reproducir en la radio o en el estadio, para no sonar añejos a pesar de estar haciendo rock clásico. “Se escuchan más llenos de energía de lo que han estado en décadas, y eso no es poca cosa, considerando que no han sacado nada con material original en casi veinte años”. (E)