No se encasilla. La experimentación es parte de su proceso creativo para redescubrirse como artista y compartir a su audiencia parte de su esencia convertida en música.

Tiene una comunidad grande en plataformas digitales que la respalda (en Instagram agrupa a 1,2 millones de seguidores y 2,2 millones en TikTok) y es a ellos, afirma, a quienes escucha y complace mientras compone. La cantante ecuatoriana Andreína Bravo estrena hoy Amore, un pop con R&B que será parte de su nuevo disco.

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“El artista debe abarcar todos los escenarios, no solo al público al estar en una tarima, sino también poder conectar con la esencia y crear una conexión genuina”, dice.

Nuevo año, nuevo sonido

Preparada para conquistar al público con un sonido renovado, la guayaquileña explora ritmos frescos y vibrantes (anteriormente sus temas se han enfocado en el género urbano) para dinamizar su repertorio.

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“Es una nueva versión de mí, en la cual voy a entrar a nuevos ritmos, géneros nuevos, a cantar letras que antes no me atrevía. Una nueva era; es un nuevo inicio. Siento que mi carrera musical yo no la hago por los views, no la hago por obligación o por encajar; la hago según lo que siento. Eso hace clic con mi comunidad, con las personas que me siguen, mi familia de redes”, afirma.

Después de Esencia, su primer álbum, Bravo ultima detalles de su segunda producción, titulada Tu bandolera favorita, de la que se desprende Amore, el sencillo que estrena hoy. “Poco a poco se irán revelando las canciones y los géneros en los que están compuestas y las colaboraciones que se hicieron”, agrega.

De este próximo álbum ya presentó Precipicio (hace cuatro meses), y no sería la primera vez que Bravo se prueba en otros ritmos. Antes lo hizo con el tema Caducaste, canción del disco La nueva cepa con el productor Master Chris.

Bravo refiere que hasta el momento son varias las canciones que se han producido con su staff; sin embargo, se han seleccionado ocho temas hasta el momento y no descarta un bonus track, como sorpresa y regalo para sus seguidores.

“Desde el año pasado he venido trabajando en esta producción. Comenzamos a seleccionar los géneros que siento funcionan y que van con mi esencia. Fue un año de prueba y error hasta ya tener listas las canciones”, menciona.

Elvis Casagrande, Carlos Sánchez y Roddy Vivas son los productores de Amore.

¿En qué géneros se escuchará ahora su voz?

No sé si es la edad, pero ahora escucho mucho salsa. Me encanta la salsa; es un género que te eleva el estado de ánimo. También el merengue. Entonces, en esta nueva era voy a fusionar estos géneros para no perder mi esencia, pero sí arriesgarme a algo nuevo. Eso siempre es lo más importante, evolucionar.

Cuando canté Caducaste, muchos me dijeron que les gustó esa versión de mí. Y yo los escucho a mis seguidores, mi familia de redes. Estoy arriesgándome a eso.

¿En qué se basó para Amore? ¿Es una experiencia personal?

Voy a ser muy sincera: hace mucho tiempo que yo no escribía una canción de amor. Yo tengo un equipo que trabaja conmigo en el estudio. Está mi productor, mi compositor, y todos nos ponemos de acuerdo para hacer una canción. Lo que más me gusta es que nunca me dejan de lado, les gusta escucharme e incluirme en todo el proceso. La primera canción es Precipicio, y lo que quiero resaltar es que después de vivir lo que relato ahí puedes dar un paso para tener una nueva versión de ti y no dejarte arrastrar por creencias que te limiten. En Amore, te percatas de que debes creer en el amor, que el amor es dulce, paciente, real, y no es doloroso: es puro. Sigo siendo cantante porque amo lo que hago. Eso es mi motor.

Videoclip

El audiovisual de Amore se filmó en Engabao, bajo la producción de Daniel Peñafiel. “Con Lorena (Aray, su representante de marketing y social media), que es un miembro importante de mi equipo, nos reunimos y decidimos grabarlo en la playa, mostrando a una chica enamorada, disfrutando del atardecer mientras la graba la persona que ama”.

Reporteros y medios de farándula hacen una crítica constante a su carrera. ¿Cómo afronta esta realidad?

Esta constante comparación ha surgido desde hace mucho tiempo y cada vez tengo una respuesta parecida a la anterior, pero más centrada y firme. Estoy tan enfocada en lo mío que no dejo que esa energía me consuma; pero, al final de cuentas, no debo demostrar nada. Quienes te critican no creen en ti. Quienes están satisfechos con sus vidas no tienen tiempo para juzgar a otros. No me afecta lo que dicen porque sé quién soy y creo en Dios. (E)