Por Nicole Echeverría | psicóloga y bookstagramer (@nikki_mddl)

Después de la muerte de su abuelo, quien le heredó no solo el amor por los libros, sino también la librería Natsuki, Rintaro no sabe muy bien qué hacer hasta que conoce a Tora, un simpático gatito que le pide ayuda.

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Su emocionante misión consiste en salvar libros que están en peligro. Rintaro deberá recorrer laberintos y confrontar a otros “amantes de libros” con ideas un tanto peculiares para extender así el amor por estos objetos, que son parte imprescindible de nuestra vida.

Lo que más me gustó del libro (El gato que amaba los libros, de Sōsuke Natsukawa) es que te invita a cuestionar algunas cosas que tenemos arraigadas e incluso nos obsesionan a los lectores. Pensamientos como estos: tener en la estantería una gigantesca cantidad de libros (que no siempre leemos), leer muchos libros al año e incluso al mes, leer solo libros populares, leer solo clásicos, leer libros difíciles. ¿Un libro termina una vez leído o puede releerse? ¿Qué sucede con los libros que no se venden?

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Recomiendo esta lectura a todos los amantes de los libros. Como señala la sinopsis, es una lectura para recrearse y saborear con un buen té, de preferencia japonés.

Dato extra: Esta es una de las novelas japonesas más traducidas a varios idiomas en los últimos años. También fue superventas del Times en Reino Unido y libro favorito independiente en Estados Unidos. (O)