Durante cinco días, el Centro de Convenciones de la ciudad se convirtió en ese espacio donde los lectores se volvieron a reencontrar con los libros, conocieron a su autor preferido, e incluso sellaron su alegría en un abrazo con algún amigo que quizás no veían hace tiempo. En la VII Feria Internacional del Libro de Guayaquil (FIL Guayaquil) no solo las palabras se unieron, sino que se vivió un verdadera fiesta literaria que congregó a 25.645 personas en total, de las cuales el 40 % fueron jóvenes, afirmó Gloria Gallardo, presidenta de la Empresa Pública Municipal de Turismo de Guayaquil.