Es una de las figuras menos conocidas de la familia real, aunque cada año cumple con cientos de compromisos en escuelas, universidades, bases militares y centros de beneficencia, casi tantos como Guillermo, duque de Cambridge. Se trata de Sofía de Wessex, esposa de Eduardo, el hijo menor de la reina Isabel II.

Sofía durante un desfile del Centro de Rehabilitación Médica de Defensa Headley Court, en 2017. Foto: Shutterstock

Ella trabaja con varias organizaciones benéficas (más de 70, según el sitio oficial de la realeza británica), pero su rostro no es fácilmente identificado, y su labor no llega a los noticieros ni a los periódicos. Pero parece ser el momento de que la condesa de 56 años adquiera mayor responsabilidad y notoriedad.

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La semana pasada dio una entrevista de una hora a la BBC Radio; los medios británicos destacaron aquellos minutos en que habló del príncipe Felipe y del proceso de duelo de la familia, y tuvo que interrumpirse por la emoción.

El canal de YouTube de la familia real ya había publicado en mayo una conversación sobre su rol como madrina de Wellbeing of Women (Bienestar Femenino), la organización de caridad dedicada a mejorar la vida de mujeres, niñas y bebés, enfocada en educación y defensa de derechos.

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¿De dónde proviene el dinero para la familia real británica?

Sofía, que recibe el título de alteza real, habló sobre el enfoque negativo que envuelve los temas referentes a la salud de las mujeres, especialmente en temas como la menstruación, la menopausia y el embarazo, que son vistos, en general, como “problemas” o “complicaciones” que hay que esconder, y no como procesos naturales de la vida.

“Armadas con conocimiento y con poder de decisión, nos iría mucho mejor, y creo que nos corresponde informar a las mujeres sobre estas cosas”, en vez de charlas a puerta cerrada que se hacen por obligación.

Su nombre completo es Sofía Rhys-Jones. Estudió secretariado y antes de casarse en 1999 con el príncipe Eduardo trabajó en relaciones públicas. Formó su propia agencia, pero tuvo que dejarla en 2002 después de un incidente en que un reportero disfrazado de inversionista hizo públicas las declaraciones sobre política que ella y su socio hicieron durante una reunión de negocios.

El príncipe Eduardo y Sofía, condes de Wessex, durante el desfile por el cumpleaños de la reina, en 2014. Foto: Shutterstock

La reina, antes que reprochar a Sofía, expresó su indignación con el periódico que publicó la entrevista forzada, pero en la práctica los miembros activos de la realeza fueron desanimados de tener carreras o negocios aparte de sus funciones para la Corona. (E)