Las acusaciones de abuso sexual hacia una menor de edad en contra del príncipe Andrés trajeron como consecuencia que el noble haya sido despojado de sus títulos reales y militares. Así lo dispuso el Palacio de Buckingham, que comunicó la noticia en las redes sociales de la monarquía británica.
Sean Coughlan, analista y corresponsal real de la BBC, explica que tras la decisión el tercer hijo de la reina Isabel II no necesariamente ha perdido su título, aunque sí el tratamiento de ‘su alteza real’ (HRH) en asuntos oficiales, tal como le ocurrió a Harry y Meghan. Eso implica que en el caso judicial que Virginia Giuffre sigue en su contra tendrá que defenderse como un ciudadano privado.
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Como resultado, los roles de Andrés irán a otros miembros de la familia real y no volverán al príncipe, independientemente del resultado del proceso en su contra.
Entre los títulos militares que el duque de York ya no ostenta está el de coronel de la Guardia de Granaderos, uno de los regimientos de infantería de mayor rango en el Ejército británico. Andrés tuvo una carrera de 22 años en la Royal Navy bajo la cual se desempeñó como piloto de helicóptero durante la Guerra de las Malvinas.
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En total diez nombramientos le son retirados en este sentido, pero mantendrá su rango de servicio de vicealmirante, confirmó el Palacio. Como exmiembro de las Fuerzas Armadas, fue ascendido en línea con sus compañeros que aún están en servicio y la Marina lo nombró vicealmirante en su cumpleaños 55, en 2015. El duque debía ser ascendido a almirante en su cumpleaños 60, pero pidió posponerlo después de retirarse de sus funciones públicas en 2019.
Más de 150 veteranos de la Royal Navy y el Ejército aplaudieron la resolución. El teniente Stuart Hunt, que sirvió en el Primer Regimiento Real de Tanques, sugirió que el tema debió haberse resuelto antes. El hombre de 52 años agregó: “Es un asunto desagradable... Me alegro de que ahora no esté asociado con el Ejército... Ya sea que sea culpable o no, ha desacreditado la institución... No es apto para servir en un rango honorario. Ha renunciado a ese derecho al meterse en este tipo de situación”.
Igualmente, varias organizaciones benéficas han cortado sus lazos con el duque, a las que servía con sus patrocinios reales, incluido ser patrocinador o miembro de prestigiosos clubes de golf, escuelas y fideicomisos culturales.
La defensa de Virginia Giuffre ha manifestado que un acuerdo monetario por sí solo no sería suficiente para su cliente, ella quiere ser reivindicada. Giuffre, de 38 años, presentó un caso civil en Nueva York en agosto de 2021 bajo la Ley de Víctimas Infantiles, que permite a los sobrevivientes de abuso sexual infantil presentar un caso que de otro modo no hubiera sido posible, porque había pasado demasiado tiempo.
En documentos judiciales presentados como parte de su testimonio, Giuffre dijo que fue víctima de tráfico sexual y abuso por parte del difunto magnate multimillonario Jeffrey Epstein. Ella alegó que parte de su abuso involucró ser prestada a otros hombres poderosos, incluido el duque de York.
Los abogados del príncipe, en cambio, argumentan que su caso debería ser desestimado, citando un acuerdo de 2009 que firmó con el depredador sexual convicto Epstein, quien fue hallado muerto en su celda en una prisión de Florida en 2019. Pero en un fallo de 46 páginas, el juez Lewis A. Kaplan desestimó la afirmación del príncipe Andrés de que el caso en su contra era “legalmente insuficiente”.