Apodado como el “Zar de la Belleza”, Osmel Sousa construyó una carrera exitosa en el mundo de los certámenes al ser durante 38 años el presidente de la Organización Miss Venezuela. Toda una vida consagrada a la selección de las chicas que serían triunfadoras a futuro, mantuvo su privada privada al mejor y fuera de los focos de los medios.
En el año 1968, comenzó a trabajar como diseñador gráfico y de modas en el concurso, y al siguiente año ya era nombrado como director. Y fue con la elección de Maritza Sayalero, la primera venezolana ganadora del Miss Universo 1979, que el cubano inició el camino triunfante a lo que todo el mundo conoce como la época de oro de la misses.
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Y ahora como director de su propio certamen “El Concurso By Omel”, aceptó a conversar con el periodista venezolano Luis Olavarrieta, revelando detalles de su vida íntima.
Osmel Sousa reconoce que es “mala cama”
Hasta el 2018, estuvo Osmel Sousa al frente del evento más esperado año tras año en Venezuela. Ya con una fama indiscutible por su fórmula para “construir” a una reina, el éxito lo sigue acompañando en la actualidad en sus emprendimientos.
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Con una personalidad arrolladora, a sus 75 años analiza y refiere que su vida no era la misma antes, pues se enfocó en ser un hombre serio que dirigía un concurso internacional. Y ahora, con la presencia de las redes sociales, y más años a cuesta dejó salir el carácter extrovertido y hasta divertido que muestra en esta época moderna.
Y adelantándose a la pregunta obligada, Osmel Sousa se defendió afirmando que no, que no tiene pareja, así de forma tajante y riendo, al referirse a su vida privada, sobre la que muchos se preguntan por qué nunca tuvo amor que se conociera en el medio como su gran compañía.
“¡Pues no, no tengo pareja! Es más, en un análisis sentimental de toda mi vida que yo he hecho te voy a contar, que soy considerado mala cama”, dijo junto con una sonrisa sarcástica.
A su confesión agregó la sentencia de por qué no cree en el amor: “Yo pensaba que me enamoraba, pero como soy tan mala cama, lo más probable es que en dos semanas me mandara pal sipote”
“Entonces yo sufría un dolor horrible y a los 3 días se me quitaba”, contó al preguntarse, ¿esto no es amor? dijo.
Confesó que tiene su carácter muy especial: “Yo tengo mi carácter, mi forma de ser en la intimidad. A mí, por ejemplo, me molesta dormir con alguien (…) ni un ser humano, ni un perro, nada al lado mío”.
Osmel Sousa está convencido de que su forma de ser encuentra significado en su pasado, específicamente en su infancia, siendo un niño retraído que no le gustaba tener amigos, ni salir, en su pueblo llamado Rodas, en Cuba.
“Yo sufría mucho, porque tenía que estar aguantándome cosas, constantemente me regañaban, por eso yo dibujaba tanto, pasaba todo el tiempo dibujando y viendo televisión, no salía nunca para la calle, nunca jugaba con amigos, más bien me obligaban a salir”, dijo recordando su infancia.
Sin saber nada de sus padres, desde que dejó su natal Cuba y llegó a la ciudad de Maracaibo, en Venezuela, no supo nada más de su familia, pues sus padres querían verlo de otra manera, diferente a como era, por lo que siempre era comparado con su hermano.
“Cuando yo llegué y logré ser lo que era yo, no quise saber nada de nadie. Al principio no quise que me juzgaran, quería ser yo como quería ser y ahí tuve mis primeros romances”, manifestó.
Y en medio de sus días, sin ninguna pareja, transcurre su vida atendiendo sus proyectos y haciendo lo mejor que sabe: preparar concursos y a nuevas misses.
“Sigo en la búsqueda de la mujer perfecta”, sostiene recordando que tuvo “muchas mujeres perfectas”, las que obtuvieron una corona en un certamen internacional. (E)