Micheál y Daniel, los hijos de Liam Neeson y la difunta Natasha Richardson, han trazado exitosas carreras en campos profesionales diferentes. Micheál ha seguido los pasos de sus padres en la actuación, siendo protagonista de “Made in Italy” y otras obras; mientras que Daniel ha encontrado su pasión en el mundo de la moda e incluso lanzó su línea de ropa sostenible Pine Outfitters.

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Sin embargo, antes de alcanzar el éxito en sus respectivas áreas, ambos hermanos tuvieron que enfrentar y superar los traumas causados por la trágica muerte de su madre, quien estuvo en coma debido a un accidente de esquí y, lamentablemente, falleció cuando ellos tenían 13 y 12 años.

Micheál, el hijo mayor, atravesó un período especialmente difícil tras la pérdida de su madre. Se sumergió en la vida nocturna de Nueva York y se escapaba con frecuencia de la escuela. Sin embargo, algo lo llevó a tocar fondo y tomar la decisión de recluirse en un campamento aislado en Utah, donde recibió terapia y comenzó su proceso de sanación.

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En un gesto significativo, Micheál decidió cambiar su apellido a Richardson, en honor a su madre. Este acto refleja su profundo amor y respeto hacia ella, y también simboliza su propio viaje de transformación y superación personal, tal como publicó Vainty Fair.

Por otro lado, el proceso de duelo de Daniel, el hijo menor, fue menos problemático para la familia de Liam Neeson. Aunque también experimentó dolor y tristeza, pudo enfrentar la pérdida de una manera más equilibrada.

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Hoy en día, Micheál y Daniel están persiguiendo sus propios sueños y han encontrado estabilidad en sus respectivas carreras. Su familia, tanto en el lado paterno como en el materno, se enorgullece de los logros individuales que ambos han obtenido, a pesar de los desafíos.

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(E)

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