Llevan 30 años en prisión. Los hermanos Menéndez fueron encarcelados por el asesinato de sus padres. Erik y Lyle han afirmado que su padre, José Menéndez, abusó sexualmente de ellos y temían por sus vidas. El asesinato se dio en Beverly Hills en 1989, posteriormente, fueron condenados a cadena perpetua.
Cerca de 20 familiares de Erik y Lyle Menéndez abogaron este miércoles por la liberación de los hermanos de prisión, esto por medio de una conferencia de prensa realizada el centro de Los Ángeles, mientras el fiscal del distrito, George Gascón, evalúa revisar nueva evidencia para decidir si los hermanos deben recibir una nueva sentencia que puede dejarlos en libertad.
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El parricidio cometido por los hermanos Menéndez se convirtió en un fenómeno mediático en su momento, y la nueva serie de Netflix “Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez” revivió recientemente el interés por el caso.
La rueda de prensa
El abogado defensor de los Menéndez, Mark Geragos, inició dando un resumen de lo último del caso y la petición formal enviada a la fiscalía de Los Ángeles para que se evalúe la nueva evidencia del caso.
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“En más de 40 años haciendo esto, jamás había visto un cuadro tan ejemplar de rehabilitación como éste”, aseguró Geragos. “Cerca de 20 familiares están aquí para pedir una nueva sentencia”.
Durante el acto estuvieron presentes algunos parientes, entre ellos la tía de los hermanos Joan Andersen VanderMolen, hermana de la fallecida Kitty Menéndez; Anamaría Baralt, sobrina de Jose Menéndez; Karen VanderMolen, sobrina de Kitty Menéndez, entre otros.
“Para nosotros, éste no es un asunto político”, dijo Anamaría Baralt. “Mis primos siguen siendo víctimas de un sistema que no los escuchaba, de una cultura que no estaba lista para escuchar, aseguró. “Aquí estamos, ambos lados de la familia unidos, con la esperanza de que con la revisión del caso se llegue a una decisión diferente. Con la esperanza de que esta pesadilla de 35 años termine y nuestra familia vuelva a reunirse (...) Lyle y Erik merecen la oportunidad de sanar”.
“Le imploro a la fiscalía que le ponga fin a este prolongado sufrimiento”, dijo Baralt. “Oro para volver a ver a mis sobrinos, y poderlos abrazar”.
Ella no fue la única de los familiares que expresó en la rueda de prensa.
“Soy Brian Anderson, el sobrino de Kitty Menéndez. Me siento orgulloso de pertenecer a esta familia y de encabezar este esfuerzo formal para galvanizar todo el apoyo que hemos recibido. Juntos podemos hacerles justicia a mis primos. Lyle y Erik. Los he conocido toda mi vida, puedo asegurarles que no son los villanos que han buscado representar. Eran unos niños víctimas de abusos de sus padres, como no debe experimentarlo nadie. Los medios se enfocaron en sus acciones, pero no contaron la historia completa”, aseguró Anderson.
Desde su arrestro, en total de 24 miembros de su familia han publicado comunicados pidiendo al sistema de justicia que los libere. (I)