La niñez de Lady Diana no estuvo tan lejos de la opulencia monárquica, ya que su familia está ligada a la nobleza. De ese lijo y esplendor da cuenta Althorp House, el hogar de los Spencer a 122 kilómetros de Londres.
Desde 1508, la familia Spencer es la guardiana de la vasta propiedad, que abarca 13 mil acres y de los cuales 550 son la casa principal y los jardines circundantes, el resto alberga otra propiedad y bosques, publicó House and Garden.
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La casa señorial principal tiene más de 90 habitaciones con cornisas doradas, cortinas de cenefa y camas con dosel de cuatro columnas. Además, la propiedad cuenta con una sala de retratos con paredes de galería de pinturas en marcos dorados y candelabros increíbles que son comunes en cada habitación.
Althorp House albergó a diferentes miembros de la realeza. El dormitorio de la reina María albergó al rey Jorge V y su esposa en 1913, mientras que la habitación de la princesa de Gales lleva el nombre de Alexandra, princesa de Gales, la esposa del futuro rey Eduardo VII, que se quedó allí en 1863.
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El impresionante comedor de lujo de la casa de la infancia de Lady Diana
En Althorp House hay dos salones destinados para el comedor: uno para la familia y uno para banquetes, pero ambos están repletos de lujos y con un estilo tradicional que incluye retratos de diferentes personalidades de la nobleza.
El comedor familiar posee una hermosa mesa victoriana Rosewood que puede tener hasta 42 invitados. y las sillas están forradas en cuero azul. Las paredes lucen papel tapiz rojo, que resalta con el dorado de la veintena de retratos.
También se adorna con los jarrones de fina cerámica china acomodados a lo largo de las pequeñas mesas dispuestas en la estancia. Sobre la mesa pende una lujosa y antiquísima lámpara dorada.
En el caso del salón para banquetes, su espacio, más largo que ancho, alberga 10 mesas con ocho sillas cada una, cuyo color dorado combina con el amarillo vibrante de los asientos, los manteles blancos, pisos y paredes de madera.
Sobre las paredes finos retratos con marcos dorados cuentan parte de la historia de Inglaterra. De seguro, ambos espacios fueron muy utilizados por Lady Diana cuando aún no era princesa, gracias a las cenas y fiestas que seguramente su padre, el conde, tuvo que dar.
Aunque Diana ya no se pasea por estas estancias, su cuerpo reposa en una isla ubicada en el centro del lago de la propiedad. Allí se erige un monumento en su honor, que atrae a millones de visitantes cada año.
(I)
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