Gerard Piqué, el matemático, logró lo deseado. La separación de Shakira se convirtió en la daga guindando sobre su buena imagen, al dejar ver al hombre infiel que la engañó con una jovencita de 23 años. Ese mal rostro, empañó su carrera deportiva de grandes récords y trofeos en 17 años como jugador, pero en su último partido se alzó con la mejor victoria de su vida: aplausos y ovación.

Por casi dos décadas, el destacado futbolista había tenido todo a su favor. Una infancia privilegiada en la que siempre soñó y lo cumplió, ser un jugador del Barcelona. Luego vendría una trayectoria en la que obtuvo títulos, ser capitán y hasta campeón del mundo en Sudáfrica 2010.

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Pero, el inicio de la nueva temporada 2022 hirió su ego. Ser suplente fue su nuevo puesto ante la reestructuración del Barcelona, dirigido por Xavi Hernández. A esta debacle, se sumó la inesperada ruptura con la madre de sus dos hijos, que se transformó en su peor pesadilla al convertirse en una de las más mediáticas en el mundo del espectáculo, solo comparada con la vivida en Hollywood por Angelina Jolie y Brad Pitt.

Piqué logra vivir su mejor ovación en su adiós al Barcelona con la gran ausencia de Shakira

Era un sábado, el 5 de noviembre, la última noche de Piqué en un estadio en el que la hinchada azulgrana se volcó como en sus mejores tiempos, para ser testigos de la despedida del número 3.

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El diario El País publica que asistieron 92 mil 605 espectadores, en un Camp Nou que dejó a un lado los “errores” de un pasado cercano de uno de los deportistas más importante de la historia del Barca, luego de Messi e Iniesta.

Gerad Piqué disfrutó de la ovación del público, al término del encuentro de la decimotercera jornada de LaLiga entre el FC Barcelona y el UD Almería disputado en el Camp Nou, en Barcelona. Foto: EFE/Toni Albir Foto: Toni Albir

Fue un acto tan emotivo, que Piqué con micrófono en mano rompió a llorar, las palabras dejaron de fluir confundido por tantas emociones. Los aficionados culé que no habían estado entregados al jugador, se unieron en un solo sentimiento para regalarle una sentida ovación y miles de aplausos.

Todos estaban rendidos a sus pies, no hubo un solo aficionado en el estadio del Barcelona que no aplaudiera o sintiera que el ex de Shakira era la “leyenda, un ”mito” y el “ídolo” al que había que despedir con los mejores honores.

La camiseta azulgrana con el número 3 en la espalda se repetía por doquier, en una cita en la que todos querían escuchar al deportista.

En la vida, a veces, querer es dejar marchar”

Piqué fue grande en las canchas, pero también fuera de ellas. Ser empresario del deporte lo hizo cargar con un verbo que puede encontrar y precisar las palabras perfectas para el momento perfecto. Y así lo vieron las almas del equipo culé, al dirigirse en su breve, pero contundente discurso.

A todos envió su gratitud, desde los de vestuario, el staff, jugadores y a la alta directiva que apoyó cada uno de sus pasos. Y desde el centro del campo, regaló unas palabras en catalán al público presente con las que significó lo que es el fútbol en su vida, mientras lloraba como un niño con unas lágrimas que le impedían hablar.

El defensa del Barcelona Gerad Piqué, al término del encuentro de la decimotercera jornada de LaLiga entre el FC Barcelona y el UD Almería disputado este sábado en el Camp Nou, en Barcelona. EFE/Toni Albir Foto: Toni Albir

“En la vida, a veces, querer es dejar marchar. Hay tanto amor entre el Barça y yo, que era el momento de dejarnos un poco de espacio, de aire, y estoy convencido de que en el futuro volveré a estar aquí”, fue parte del discurso que conmovió a todos y en el que prometió su seguro regreso.

Y los aficionados supieron animarlo con la ovación que reconfortó a Piqué y a sus anheladas aspiraciones. En coro, se escuchó: “president, president, president”, el cargo que buscará hacerse en los próximos años.

Las redes se llenaron de memes, recordando que Piqué se salvó de no vestir la camiseta del Barca con el nombre de Shakira. En sustitución, estuvo la palabra “Sempr3″ en su pecho, la misma que se repitió en las pantallas y pancartas que adornaron el Camp Nou.

Con este espectáculo, logró hacer una pausa y “lavar su imagen” ante el escándalo en su vida personal, el que aumentó cuando decidió hacer pública su nueva relación con Clara Chía Marti, la joven que puso en revuelo a la prensa rosa al ganarse el título de la “tercera en discordia”.

Shakira y Clara Chía: los temas pendientes

Ese tema y el acuerdo con Shakira sobre sus bienes y la custodia de sus hijos, Milan y Sasha, siguen siendo los temas que tienen el jugador pendiente en su vida privada.

Tras culminar el partido, el que ganó el Barca a Almería, se encontró con los periodistas de LaLigaTV, a la que confesó cómo han sido sus convulsionados días, detalló Mundo Deportivo.

Habló de que no había pensado en una despedida, pero esta finalmente llegó convencido en que el el tiempo perfecto. “No había soñado en un final. Jamás pensé en irme. Siempre piensas en un año más, no piensas en la retirada, pero las las cosas se dan de una manera y hay que tomar una decisión”, con lo que dio a entender que fue sobrellevado a decir adiós.

Luego, vino la revelación decisiva: “Estos seis meses han sido muy difíciles. Hoy ha sido una liberación”, y es que no ha podido ser otra, con una prensa siguiendo cada uno de sus pasos al iniciar un camino al lado de una nueva pareja que llegó a cambiar la forma en cómo era visto por el mundo entero.

Con la calma que le caracteriza, dibujó el panorama que le espera y a lo que se dedicará en lo más próximo. “Me llevo este recuerdo inolvidable. La vida sigue, por la siguiente etapa, queda mucha vida”, dijo al agregar lo que le depara el futuro.

“Ahora se abre un abanicado de mil cosas. Separarnos, darnos aire y volver con más fuerza. Me iré de vacaciones después de Pamplona”, resaltó al mencionar el descanso que dará a su agitada agenda en la que queda ser empresario, padre y el amor de Clara Chía. (E)

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