La princesa Leonor llegó a la Academia Militar de Zaragoza con una mezcla de sentimientos encontrados: entusiasmo, susto y mucho nerviosismo. Vestida con unos jeans blancos, zapatillas deportivas, una camisa azul cielo y con el cabello recogido, caminó junto a sus padres y su hermana, la infanta Sofía, lista para comenzar su entrenamiento como parte de su camino para convertirse en la futura reina de España.