La princesa Amalia, la heredera al trono de Países Bajos, renunció este viernes, hasta completar sus estudios, a su asignación anual de 1,6 millones de euros (1,9 millones de dólares), que, según la ley, le corresponden cuando cumpla en diciembre los 18 años, en concepto de ingresos y gastos, un salario que ha suscitado varias polémicas en el país por considerarse excesivo.