En esta semana, el restaurante Ramón Carne al Carbón, ubicado en el Centro Comercial La Piazza de Samborondón, y el Club Vinomundo (www.vinomundo.com.ec) brindaron una cena con menú de degustación inusual, con un lleno total: un menú de cuatro tiempos con pato como el protagonista principal, maridado con espectaculares vinos.

El entremés fue paté, obviamente de pato. Elaborado con hígado, cortes y partes internas, especias y licor, por lo general, brandi. Perfecto para abrir el paladar.

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El primer curso, un taco de carne mechada de pato enmolado, es decir, con mole poblano, maridado con un tinto español de la Denominación de Origen del Bierzo, Ultreia Saint Jacques, de la bodega de Raúl Pérez, uno de los bodegueros más connotados del mundo en estos momentos. En mole es un aderezo mexicano, una de las maravillas de la cocina del mundo, a base de varios tipos de chiles, plátano, nueces, almendras, especias, ajonjolí y chocolate amargo, que va especialmente bien con la carne de aves.

El segundo plato fue un confit de pato con reducción de flor de Jamaica y papas fritas en su grasa, maridado con un vino español, Lindes de Remelluri. El confit es mi preparación favorita de este producto, cocinado a fuego lento, por ocho horas, en grasa de pato, con especias. La calidad de la grasa del pato es uno de los secretos en esta preparación, rica por ser monoinsaturada, lo que la hace muy digerible y saludable.

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El tercero, un magret, gnocchi con nueces, peras y queso gorgonzola. Una composición excelente, medallones de magret en término medio perfecto, con piel tostada, y los gnocchi, una exquisitez. Maridado con Egri Bikaver, un tinto húngaro clasificado entre los cinco mejores del país. Su ensamble es complejísimo, con Kékfrankos, Kékoportó, Kadarka, Blauburger, Zweigelt, Cabernet Franc, Cabernet Sauvignon, Merlot, Pinot Noir, Menoire, Turán, Bíborkadarka, Syrah. Un vino muy especial con muchas capas, que cambia a medida que se lo toma.

El postre, higos en almíbar con crema de Roquefort, maridado con un espumante español, Peñalba López Brut Nature, la clasificación más seca de los espumantes y champanes, que fue perfecta con el dulzor del postre.

El restaurante, reputado por la calidad de su oferta de cortes vacunos, ofreció esta cena con platos fuera de su carta, como antesala a la introducción de algunos de estos productos en su futuro menú, abierto a la innovación y al cambio. Recomendable probarlo. (O)