En tiempos venideros entenderemos más la magnitud de las consecuencias que la pandemia ha tenido en la industria de alimentos y bebidas. Hoy es temprano aún para mesurar los daños que ha dejado en el sector. Primero, emocionales. Como no entristecernos con la desaparición de restaurantes que han sido íconos de nuestra ciudad por 30 y 50 años, como La Tasca de Carlos y La Canoa, en cuyos salones disfrutamos y crecimos dos generaciones, o de La Paleta y Arthur´s Café, íconos también de la regeneración del Cerro acaecida en los años 90´s, mezcla estos dos de Bohemia y gastronomía, pero más importante, símbolos de la recuperación de un espacio histórico como el Barrio de Las Peñas.