Naranjito es parte de su historia, es el cantón donde empezó su emprendimiento y en el que sus recetas conquistaron paladares. No son creaciones extravagantes. Sus sabores evocan a la cocina casera, al aroma que inunda las casas cuando las abuelas preparan, con todo el amor, platillos que se adhieren en nuestra memoria gustativa y que se vuelven parte de la herencia cultural de una familia y sus distintas generaciones.
Así, basado en esas preparaciones, fue tomando forma el menú de Café con Nata, un espacio ubicado en la calle Panamá y callejón Magallanes (zona rosa) en el que asentaron su segundo local Ronald Aguillón Franco y David Betancourth, socios del establecimiento que funciona junto a Muégano Teatro.
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Se conocieron en Marcelino Maridueña, cuando Betancourth iba a visitar a sus abuelos. La amistad se dio desde la infancia y aunque perdieron el contacto por tiempo indeterminado, el reencuentro de ambos y el deseo de tener un proyecto propio, que se enfoque en la gastronomía local, los llevó a aventurarse con un primer local. “La idea inicial era vender tortillas de verde, bolón. Lo que ahorita estamos haciendo, solo que las ideas fueron cambiando y se formó la cafetería”, relata Aguillón, quien es el responsable de los platos que se ofrecen a los comensales.
En Naranjito se mantiene la primera cafetería (en Pichincha y Dolores Alzúa), que arrancó con dos mesas. “No teníamos cocina entonces, queríamos vender humitas, hallacas, tarta de jamón y queso. Yo le enseñé a preparar todo lo que tenemos ahora en la cafetería, pero allá nos concentramos en el café y los postres”, menciona Aguillón sobre el local que tiene ya tres años y en el que tiene una fotografía del dólar que recibieron de su primera venta.
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Nuevos rumbos
Las buenas críticas y recomendaciones de su clientela les sugerían a ambos posicionarse en Guayaquil para dar a conocer la marca. La búsqueda de un local que realmente se adapte a las necesidades e ideas que tenían en mente. “Cuando venimos al lugar no había nada de lo que está ahora, vinimos con toda la fe del mundo para poder crecer en esta ciudad”, dice.
En enero del 2024 comenzaron los trabajos de adecuación para la apertura de la cafetería que inició su actividad en el centro de la ciudad, en junio del año pasado.
Café con nata atiende de lunes a domingo, desde las 09:00 hasta las 21:00. “Nosotros no cerramos la cocina, todo el menú está disponible en cualquier horario. Puedes venir de noche y encontrar platos del desayuno. La ideología de nosotros es que puedas desayunar a cualquier hora del día”, agrega.
Menú
El negocio tiene alrededor de 30 recetas y sus variantes, así como bebidas de autor (recetas propias), infusiones, extracciones de jugo sin azúcar. Para quienes prefieren opciones fit hay ensaladas (Caesar Crispy, Fiesta Salad o Spring Salad); los piqueos rápidos pero ‘generosos’ son los sánduches Margarita (de queso mozzarella, salami, tomate a la plancha y albahaca), submarino, Nata BBQ (pan artesanal especiado, carne, aros de cebolla empanizados y tocino crujiente), triple dipper (dedos de queso, aros de cebolla y strips de pollo), chicken wrap, wrap falafel, pulled pork, quesadilla o miniempanadas de maíz.
En su franja de desayuno (todo el día) encuentras pancakes (servidos con arándanos, frutilla y kiwi), omelette chilli pork, ranchero o mushroom bacon, tortilla de verde, copa de frutas, sunset toast o smashed avocado (con puré de aguacate y huevos pochados).
Las preparaciones criollas se conservan con hallacas, humitas, torta de choclo, muchines con miel de abeja, dedos de yuca, bolones de queso, mixtos y de cerdo, corviches. “Todas estas recetas las aprendí de mi mamita, de mi abuelita Isabel Meza. Ella es de Marcelino Maridueña, tiene alzhéimer. De ella aprendí casi todo lo que cocino. También tendremos ponche de huevo (se sirve caliente), chicha resbaladera y chicha de maní”, agrega.
Café con Nata tiene capacidad para 36 personas y los viernes de noche ofrece shows de música en vivo. (I)