Sumérjase en un universo interactivo con la Bienal de Arte Multimedia que se presenta en el Museo del Cacao

Tres pantallas de celular, con tres momentos diferentes, pero con un factor en común: un celular. Así es la propuesta que la artista Samantha Albuja hace con su video performance ‘Dispositivos de intimidad’, en el que muestra a una pareja besándose, una joven en el bus, y otra en un campo; todos amarrados a su celular. Una acertada reflexión de lo poco conectado que estamos con el mundo real.

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Esta es una de las obras que forman parte de la exposición Espacios líquidos: políticas de la pantalla [VOL. GYE] que se exhibe en el Museo Nacional del Cacao. Esta muestra es el resultado de la segunda Bienal Universitaria de Arte Multimedia (BUAM), que la Universidad de San Francisco trae por primera vez a Guayaquil.

La relación con las nuevas tecnologías, el mundo digital y la virtualidad son las temáticas abordadas en esta muestra que reúne 15 proyectos, bajo la curaduría de la investigadora mexicana Doreen Ríos, especialista en cultura digital.

La exhibición diserta sobre la omnipresencia de las pantallas y nos convoca a “explorar su reapropiación y las múltiples interpretaciones artísticas que se balancean entre el horror y la fascinación, la admiración y la adicción”, comenta en su texto curatorial.

Santiago Castellanos, decano de la San Francisco de Quito, cuenta que esta bienal fue ideada durante la pandemia, cuando la vida se virtualizó. “Durante la pandemia los rectores de las universidades ecuatorianas y el consejo de educación superior estaban muy preocupados por la salud mental de los estudiantes, y era muy necesario hacer algo al respecto. Fue cuando pensamos que deberíamos tratar de hablar de esa relación humano/tecnologías a través del arte”, menciona el académico, quien quedó sorprendido con la respuesta que tuvo la convocatoria nacional de esta bienal.

Byron Toledo, diector de la BUAM, cuenta que su primera edición llevó como nombre ‘Alternativas presentes’. Con la tecnología como eje transversal, dice que la actual edición invita a “pensar en las otras capas de estas superficies digitales y escarbar dentro de las posibilidades y los conflictos que habitan en estos dispositivos tecnológicos”.

“El arte siempre es una herramienta que genera un pensamiento crítico y una reflexión. Los artistas están constantemente pensando en los problemas y en las soluciones de estos momentos”, indica.

Y uno de esos artistas es Luis Navas Manzo, quien presenta una instalación denominada Más allá del colapso, en la que simula un Guayaquil apocalíptico sin humanos y con varios artefactos tecnológicos regados por todos lados.

El artista visual cuenta que las imágenes reproducidas en la pantalla fueron realizadas con modelado 3D (Blender) e inteligencia artificial (Stable Diffutton). Su puesta en escena la acompaña con un montículo de arena repleta de objetos sacados de la bodega de su abuela. Un DVD, un fax de su abuelo, CD de videojuegos, un motor de auto, entre algunos otros.

“Invito a repensar un poco estas tendencias muy preconsumistas e hiperproductivas que tenemos (...) y a imaginar cómo sería un mundo sin nosotros”, indica el guayaquileño de 27 años.

Mariuxi García, directora general del Museo, cuenta a este medio que la iniciativa de traer la bienal surgió luego de visitar la versión completa en Quito. “Nos quedamos muy impactadas con el trabajo de los artistas, y entonces se nos amplió la idea de poder traerla a Guayaquil, especialmente porque es algo muy distinto de lo que hemos venido enseñando y mostrando desde los espacios de galerías del Museo del Cacao”, afirma.

Es así como en una de las salas del museo, una pared blanca es invadida por frases o palabras que los visitantes dejan; para esto se ayudan de unos sellos gigantes con ruedas, un sello para cada letra del abecedario. Se trata de la instalación interactiva ‘Cyborg Colectivo’, de Carolina Velasteguí. Esta obra ganadora invita a “Elegir una letra, entintar, desplazar (se), imprimir”.

Otras de las propuestas es Maldita tu obra, de Sofía Acosta. En esta la artista invita a las personas a revisar un cuaderno que en su interior recopila una serie de mensajes que dan cuenta de la relación a distancia entre una madre y su hijo, que viven en ciudad de México y Quito, respectivamente.

Definitivamente Espacios líquidos es una exhibición donde el espectador interactuará permanentemente con cada una de las propuestas, ya sea a través de gafas de realidad virtual, como sacándose un selfi en una pecera de artefactos abandonados o sellando los que ellos deseen.

Pueden visitarla hasta el 31 de marzo de martes a domingo, en los horarios de 10:00 a 16:00. La entrada es libre. El museo está situado en Panamá e Imbabura. (I)