A sus 61 años, Silvia Vélez Linárez es una de las defensoras de las tradiciones y del espíritu del cerro Santa Ana de Guayaquil, sector donde reside desde los 11 años, cuando llegó junto con su papá, mamá y seis hermanas a la casa de sus abuelos en el cerro, y que hoy suma ya más de 100 años de antigüedad. En la misma vivienda de cuatro pisos, su hermano Manuel, quien nació ya cuando su familia vivía en Las Peñas, está a cargo del bar-museo La Taberna, considerado uno de los más emblemáticos de la ciudad y que goza de las constantes visitas de turistas extranjeros.