La radio versus el pódcast: ¿son enemigos o son grandes socios? Cuatro radiodifusores ecuatorianos nos ofrecieron su visión de este crucial debate luego de celebrar el día mundial de la radio, el 13 de febrero.

Michelle Cabanilla

La diferencia entre la radio y el pódcast está en la accesibilidad y el control, dice la periodista y máster en Comunicación Digital y Corporativa Michelle Cabanilla (@mcabanilla), directora y productora del programa de bienestar y entretenimiento Sin pedir permiso, de WQ Radio.

Michelle Cabanilla, directora y productora de 'Sin pedir permiso'; también ha conducido el pódcast 'Curiosamente interesadas'. Foto: Cortesía

“En la radio tradicional, el oyente está sujeto al horario; en pódcast, la persona puede escuchar en el horario que quiera y las veces que quiera, retroceder o adelantar”. El que escucha tiene cada vez más control, observa Michelle.

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Por eso, añade, la radio se ha subido a la ola digital y ha incorporado el video, los cortos, se ha creado ventanas en YouTube y en TikTok, con la opción de revisitar los programas en otro momento. “Se ha ido acoplando a ese nuevo poder de decisión que tiene la audiencia”, opina de la fusión. “Tiene que ser de esa forma, ningún medio tradicional puede decidir pasar por alto lo digital, corre el riesgo de extinguirse”.

En cambio, al dar el salto, conservará relevancia, si no pierde su esencia. “La idea no es que todos nos pongamos a bailar frente a la cámara, sino que adaptemos lo que somos a este nuevo medio sin perder identidad. Si no me conocías por la radio, porque no la consumes, te puedo dejar un un pedacito de lo que hicimos, un reel, un audio”.

Michelle cree que los formatos digitales tienen el mismo potencial de presentar contenido de calidad que la radio tradicional. “Pero me atrevo a decir que hemos caído en una era en la que el consumidor tiene un rango de atención menor, busca cosas superficiales antes que temas topados a profundidad o que tienen algo de condumio. No tienes que estar enseñando historia para aportar”, agrega, “siempre que lo hagas con conciencia y cuidado de la información, entendiendo que hay una responsabilidad detrás de esa plataforma y esa exposición, así te escuchen dos personas o te escuchen 600.000. Depende de quién esté detrás y su compás ético y moral y su responsabilidad sobre lo que dice”.

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El tono puede ser formal o informal, sin quitarle seriedad a la investigación. Michelle mantuvo durante la pandemia el pódcast Curiosamente interesadas. “Éramos tres amigas millennials sobreviviendo en el mundo de los adultos y conversando temas relevantes para esa franja específica: bienestar mental, físico, dinero. sexualidad”. (D. V.)

Esteban Ávila

Puede que el streaming le haya ganado protagonismo a la televisión, y que los medios digitales están ganando cada vez más el terreno de los tradicionales. Pero algo que es cierto para el periodista quiteño Esteban Ávila es que el pódcast no ha llegado para destronar a la radio, sino para complementarse.

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Esteban Ávila, comentarista deportivo. Foto: Cortesía Esteban Ávila

“La radio es el medio tradicional que más larga vida tiene y más posibilidad de prolongación en el tiempo, porque precisamente las herramientas digitales o las alternativas digitales que le aparecen son complementarias. Es decir, una señal de streaming de una radio que es importante, es poderosa. Depende también de los mercados, pero en el medio local funciona así. La radio tradicional se puede soportar en el pódcast para sobre todo su permanencia. No se ve atacada ni se ve complicada por los pódcast”.

Ciertamente, Ávila habla desde su experiencia en los dos mundos, como comentarista deportivo, en radio La Redonda y en el programa Esto es fútbol del canal digital Marca 90.

Pero a decir del comunicador, hasta el día de hoy la radio mantiene ventajas que el pódcast no puede superar, “sobre todo en cuanto a la accesibilidad, porque la radio no necesita de conectividad de internet, la radio es abierta, popular, democrática e inclusiva y lo seguirá siendo toda la vida”.

En segundo lugar, menciona el reconocido periodista, está el contenido en vivo de la radio. “El pódcast es un contenido básicamente producido en frío, que tiene sus líneas de producción precisamente para ser puesto en vivo, en diferido y en demanda. En cambio, la radio es inmediatez, es lo que está sucediendo en ese momento”. Además, dice, están las ventajas informativas de la radio que son notorias sobre el pódcast.

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Por su parte, contrasta Ávila, el pódcast representa sobre todo la oportunidad de una presencia digital fuerte, de un valor agregado al trabajo de la radio en el día a día. “El pódcast para la radio tradicional puede resultar en una ampliación o un contexto mayor dirigido a un público diferente y que quede en la web como un respaldo, o la memoria, del trabajo que la radio hace en vivo”.

Por eso, puntualiza el experto, no considera que los radiodifusores deban oponerse al desarrollo y crecimiento de los pódcast. “La radio tradicional puede funcionar aliada y asociada con el pódcast como un valor agregado, como la diversificación de la radio hacia un sector de consumo más joven, hablando siempre del mercado local... El pódcast, respaldado con una emisión radial tradicional, en una cadena importante, con un buen sonido y buen contenido, evidentemente se enriquece”. (G. Q.)

Mariela Viteri

Combinar la imagen personal con el carisma y una seductora voz para atrapar a la audiencia no es una fórmula nueva para la radiodifusora y talento televisivo Mariela Viteri, pues recuerda que, desde el inicio, el eslogan de radio Fuego (su casa radial) fue “Fuego, la radio con imagen”.

Con varias décadas de trayectoria, Viteri recuerda que siempre se mantuvo firme en luchar por conservar la emisora, aun cuando en ocasiones no le iba tan bien. ¿Cuál es el encanto de este medio? “Definitivamente la soltura y el mayor tiempo que tienes para compartir con el público y que ellos te escuchan sin dejar de hacer lo que están haciendo, somos una compañera constante en miles de circunstancias”, dijo para este Diario.

Sin embargo, resalta también la necesidad de ser generosos y tener la visión de abrazar los adelantos tecnológicos para utilizarlos a nuestro favor, siguiendo el olfato de los comunicadores. “Me gustan los cortos de TikTok y son tendencia porque hay mucha gente con talento y con sapiencia que quiere entrar en una conversación natural”, dice. “Además, seamos sinceros, las redes han llegado para quedarse. Igual pasó con la televisión en la década del cincuenta y la radio sufrió con su llegada, pero, como siempre, por ser un medio tan noble se adaptó y salimos adelante”, afirma. Además, está convencida de que los radiodifusores, con su amplia experiencia, son capaces de obtener lo mejor de los dos mundos.

Pero sin importar el formato, Viteri cree que el tener un buen criterio, soltura, cultura general, una voz diferente, pero sobre todo un buen corazón será lo que determine su éxito o fracaso.

“La radio no morirá porque para quienes la amamos muchas veces ha sido incluso nuestro refugio en momentos de desolación, alegría y esperanza”. (D. J. L.)

Patricio ‘Pato’ Borja

Patricio Borja. Foto: Archivo

Patricio Borja dice que desde niño soñó con trabajar en la radio, tanto que cuando lo hizo trabajaba el doble de lo que su jornada requería. “Amé mi trabajo, amé a la gente, amé aportar con mis ideas a una mejor sociedad, a construirla con la inocencia de un primerizo (nunca dejé de serlo). Ser un factor de cambio, que mis palabras sean instrumentos de paz, este país merece gente que comunique con una bandera blanca y no con combustible que prende fuego porque es un buen negocio”, dice el radiodifusor que inició su carrera en Sonorama con solo 14 años de edad, hasta ser su director a los 15.

Considera al formato del pódcast como una forma de encapsular la información y volverla accesible desde cualquier dispositivo. “Nuestra vieja radio es un abuelo de estos formatos, por las regulaciones y tomando en cuenta de que las frecuencias por las que transmitimos son otorgadas por el estado, y se convierten básicamente en un espacio exclusivo de quienes tienen o tuvieron relación con el poder político (casi todos)”.

“La llegada de los pódcasts nos tiene que despertar a los comunicadores de los medios tradicionales, tanto que debemos atender sus señales, de hacerlo correctamente de seguro que nos vamos a dejar seducir por la inmensa gama de colores que nos puede enriquecer a nuestras propuestas”, añade.

Está convencido de que la magia es algo personal. “La forma y la inversión no garantizan nada, siempre ayudarán los algoritmos y la calidad del contenido”, enfatiza.

Destacarse en este oficio requiere de mucho trabajo, afirma. “Si no tienes talento y trabajas con perseverancia y disciplina perfeccionas las técnicas, el talento que no nace se hace, todo depende de la inspiración que te mueve a hacer radio. Un talentoso vago nunca triunfa en ningún espacio”, menciona el hombre que ha tenido algunos procesos en esta profesión, entre esos, “el batallar por 11 años por una frecuencia, de golpear puertas cerradas, después de que el estado en 2010 nos la quitara sin una razón legal”.

En el 2022 juró terminar con su carrera, pero dice que “el amor es un vicio, por tanto es más fuerte”.