Estos verbos suenan igual pero tienen significados diferentes, por lo tanto entran en el grupo de los homófonos. Las palabras que tienen estas características causan imprecisiones cuando no se presta atención al contexto.

Cegar (con c) es ‘quitar o perder la vista’, ‘encandilar’, ‘turbar el entendimiento’, ‘taponar u obstruir lo que estaba abierto’. Se conjuga como acertar: El accidente le cegó el ojo izquierdo. Esos destellos me ciegan. No escucha consejos porque esa decepción lo cegó. Un deslave cegó la antigua mina.

Segar (con s) es ‘cortar hierbas, cereales o cualquier cosa’; ‘interrumpir algo de manera violenta y repentina’. También se conjuga como acertar: Con la guadaña siega las mieses y la maleza de su finca. Ese nefasto accidente segó su vida.

Cegar y segar no se deben confundir con sesgar, que denota ‘cortar o partir algo en diagonal o de forma oblicua’: La modista sesgó la tela. También se usa para indicar que ‘una opinión, enfoque o juicio no es neutral sino que está sesgado’: El estudiante sesgó su argumento al presentar pruebas que solo favorecían su posición.

En síntesis, cegar (con c) indica que ‘se perdió el sentido de la vista’; segar (con s) denota que ‘se truncó la vida’; sesgar significa ‘torcer, desviar, inclinar algo a un lado’. (Actualizado del libro La esquina del idioma, 2018). (F)

FUENTES:

Diccionario de la lengua española, Diccionario del estudiante y Diccionario panhispánico (versiones electrónicas), de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española.