El cigarro, puro o habano ha estado siempre ligado a la gastronomía, quizá más en el pasado que en estos tiempos. Pero siempre ha sido parte del buen comer y buen beber, aunque hoy muchos conocedores de gastronomía estén en contra de ligar el cigarro a la cocina porque a su entender, el humo afecta las papilas gustativas.

De cualquier forma, no hay duda que fumar un cigarro después de una gran cena es un placer.

Los licores ideales para disfrutarlo y lograr un buen maridaje son los que tienen madera, es decir los que han tenido crianza en barrica de roble, de preferencia destilados, ya que necesitan fortaleza y alto grado alcohólico para competir con el fuerte sabor del cigarro. Los perfectos a mi gusto son el ron, el whisky y los vinos fortificados. El chocolate, sobre todo amargo, hace un perfecto trio.

Su cercanía a la gastronomía se debe a lo parecido que es el mundo del cigarro al del vino. Así como el enólogo en el vino, el cigarro necesita un Master Blender. Como lo cree, diseñe y escoja sus componentes hará que los sabores y aromas sean diferentes.

El cigarro es básicamente hojas de tabaco ligadas entre sí, y lo forman tres partes desde el exterior hacia su interior: la capa, el capote y la tripa.

Si las hojas usadas para fabricarlo son enteras, el cigarro tendrá mucho mejor calidad. Si son trituradas, -se llama picadura-, el cigarro será de inferior calidad. No hay intervención de químicos en su fabricación.

La tripa le aporta una buena parte del sabor y el aroma. Son los intestinos del cigarro.

El capote es la espina dorsal, envuelve la tripa y su mayor función es darle forma y hacer que tenga una buena combustión, que queme bien.

Por último, la capa es la fisonomía del cigarro, le aporta más del 50 % del sabor al puro.

Hasta hace algunas décadas, quizá dos, el puro producido en Cuba, el habano, era indiscutiblemente el mejor del mundo. Sin embargo, en general, su calidad ha declinado mucho. Para mi gusto, Nicaragua y República Dominicana tienen la mejor calidad que existe.

Ecuador es reconocido por la calidad de su capa, usando muchas marcas famosas de cigarros capa ecuatoriana. La familia Aray ha sido unos de las productoras con mayor tradición en el país. La empresa Aray & Sons llegó a producir no solo capa, sino cigarros con producto 100 % ecuatoriano, de un altísimo nivel.

En fin, al cigarro no necesariamente se le ha dado el espacio que se merece en la gastronomía. (O)