Gerard Butler vuelve a encarnar al agente policial Nicholas “Big Nick” O’Brien y se adentra en Europa para dar caza a Donnie Wilson (O’Shea Jackson Jr.), su mayor enemigo tras planear otro de sus robos imposibles en El robo perfecto: Pantera, que se estrenó este jueves 16 de enero en los cines del país.
Luego de que Lionsgate estrenara la película en los Estados Unidos el pasado 10 de enero de 2025.
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Christian Gudegast vuelve a escribir y dirigir el filme inspirado en el robo de diamantes de Amberes de 2003, que fue apodado como el “atraco del siglo” por ser el mayor atraco de diamantes jamás realizado. Los ladrones robaron diamantes sueltos, oro, plata y otros tipos de joyas valoradas en más de 100 millones de dólares. Este recordado acontecimiento tuvo lugar en la ciudad de Amberes, Bélgica.
Dentro de la historia
“Donnie Wilson me ha dado un propósito y eso es el comienzo de algo sorprendentemente bonito, pero extremadamente divertido y extraño”, dijo Gerard en una entrevista.
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Con un Nick hastiado, que no cuenta con el apoyo de nadie pese a haberse esforzado mucho en el cuerpo de policía, y con ánimo de dejar atrás su pasado de marido borracho, no tiene nada que perder en esta segunda película: “Hago borrón y cuenta nueva y me preparo para una gran aventura”, agregó el actor escocés.
Siguiendo el hilo del final de la primera película, después de que el astuto ladrón lograse engañarlo, el protagonista emprende un viaje que lo lleva por la costa de Italia, Bélgica y Francia para cumplir con la misión de acabar con la infamia mafia Panther.
En este trascurso de infiltrarse de nuevo en los planes de su mayor enemigo para frustrar el robo masivo a la bolsa de diamantes más grande del mundo, Nick y Donnie tienen tiempo para llegar a conocerse mucho más a fondo.
“En la primera película teníamos una dinámica de enfrentamientos y, en esta, va a ser refrescante para el público ver que tienen que estar alerta”, contó por su parte O’Shea.
La química entre ambos
Como espectadores, “van a sentir simpatía por ambos, así que no quieres que choquen, pero sabes que hay una gran posibilidad de que choquen” debido a sus explosivas personalidades, añadió.
Esa relación que irán construyendo en esta secuela, cuyo rodaje se llevó a cabo en el Reino Unido y en las Islas Canarias (España), “le añade un poco de suspenso y mantendrá interesado” al público en esta nueva historia, explicó el actor estadounidense de 33 años.
Si bien la primera cinta de esta saga, que se estrenó en 2018, llevó a Gerard a una severa transformación física, en la que tuvo que ganar más de 10 kilos para interpretar a un entrenado oficial de policía, el desafío de esta segunda película se centró precisamente en cómo lograr que dos enemigos se puedan llegar a entender.
“El elemento físico obviamente siempre será un desafío, pero también se trata de darle vida a las páginas. Las cosas que ves escritas (en el guion) que son divertidas solo pueden funcionar si hay química entre ambos. Y cuanto más nos fuimos conociendo, más se me fue quitando el estrés que tenía” a la hora de crear, expresó O’Shea.
A lo largo de la película el suspenso se mantiene en torno a Nick, quien poco a poco abandona su papel de “poli bueno” hasta convertirse en lo que una vez juró destruir.
“Me gusta que Big Nick sea criminal”, y aunque en realidad también disfruta interpretando al Nick policial de Los Ángeles, “es divertido ser malo”, admitió Gerard. (E)