“No creo que como cineasta sea mi trabajo ofrecerle una solución al mundo. Estamos aquí para proponer preguntas, para ilustrar y sacar a la luz nuestras impresiones más íntimas. Lo demás es trabajo del público”. Así expuso, ayer en Cannes, James Gray sus intenciones con la creación de Armageddon Time, película autobiográfica con la que retorna a la intimidad de su infancia transcurrida en sus amadas raíces en New York de los años 80, donde plasma con gran sensibilidad y nostalgia los privilegios y la discriminación de aquella época.