Tras una semana de festival, en un Cannes un poco deslucido debido a las huelgas de actores y guionistas norteamericanos del año anterior, impacta una seductora premier.

Una abogada se ve involucrada con el líder de un cartel mexicano, quien le pide ayuda para poder desaparecer sin dejar rastro y finalmente vivir su vida como la mujer que siempre soñó ser. Así es Emilia Pérez, la ópera prima musical en competencia oficial del director francés Jacques Audiard que desembarcó ayer en la Croisette y que luego de un par de horas parece haber conquistado los ojos de la crítica internacional, la cual la señala como favorita hasta ahora para ostentar la Palma de Oro de esta edición 77.

Una entusiasta sala de prensa recibió al elenco completo de la película encabezado por su director, acompañado de sus protagonistas, Selena Gómez, Zoe Saldaña, Édgar Ramírez y la actriz transgénero mexicana Karla Sofía Gascón.

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“Las personas trans deben ser tratadas como todos los demás, ni mejor ni peor. Muchas veces ellas son objeto de insultos o amenazas de muerte solo porque existen o porque son lo que son. Tenemos nuestro cuerpo, podemos cambiarlo porque queremos. Yo quería ser una mujer trans y si alguien no está feliz con su cuerpo, ¿por qué no cambiarlo?”, manifestó Gascón.

Música, comedia y narcos… ¿por eso eligió México como escenario de esta historia? “Si algo me impacta profundamente de México es su grave problema con el alto número de personas desaparecidas. Incluso hay regiones enteras a las que no puedes ir porque no son seguras. Quería hacer un musical, así que ¿por qué no hacerlo en un contexto donde verdaderamente se vive esta tragedia?”, respondió el cineasta.

Por su parte, la actriz de origen dominicano Zoe Saldaña, quien sorprende en la cinta con un solo de baile, relató su experiencia durante el rodaje. Indicó que cada día era una nueva oportunidad para absorber todo lo que les estaban proporcionando y que simplemente se dejaban llevar.

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Sobre cómo conciliar la belleza de la película con la corrupción del mundo real que ocurre en la nación azteca, Saldaña aclaró: “He estado viviendo en Los Ángeles durante 20 años. La cultura mexicana es algo que aprecio mucho. Tengo una familia numerosa allí. Hay injusticia y corrupción, lo cual ocurre en todos los lugares del mundo. Pero estoy agradecida con Jacques porque utilizó mucha libertad y creatividad en esta historia”.

Por otra parte, el venezolano Édgar Ramírez fue reflexivo en su declaración sobre las dificultades que enfrentan en su país y los latinoamericanos en general: “Me siento identificado con lo que dijo Zoe. Voy allí muy a menudo y hay una idea de exilio, pero exilio dentro de uno mismo. Durante la película, el mundo que conoces desaparece y luego regresa. Eso está muy generalizado en Estados Unidos. No reconocemos el país en el que vivimos, pero no podemos abandonarlo”.

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“Los latinoamericanos necesitamos celebrar y crear como si la esperanza estuviera cerca, en el horizonte, y así poder llevar nuestro destino adelante”.

Selena Gómez, quien interpreta varias piezas musicales, comentó, entre risas, sobre si su diálogo en español dentro del filme podría convertirse en algo erótico e icónico, al ser uno de los más sexis que se hayan escuchado antes: ”¡No sé si soy sexy! No sé cómo responder eso. Pero, es la escritura, no soy yo en verdad. Es un momento muy poderoso en la película, y muy poético”.

La variedad de elementos y temas que aborda Emilia Pérez remarcan la gran maestría de Jacques Audiard para dirigir su obra que mantiene pegado a la pantalla al espectador. La idea llegó a él hace más de dos años como una ópera de cuatro actos. La producción es su sexta participación en la competencia oficial en el festival, donde en el 2015, el drama criminal Dheepan ganó la Palma de Oro