Las redes sociales y plataformas digitales se han convertido en el escenario improvisado para cantantes, actores, bailarines, pintores y demás artistas ecuatorianos. Incluso lo ha sido para aquellos que antes no tenían un contacto directo con las tecnologías, y que ahora se han reconciliado con sus perfiles de Instagram o Facebook para continuar acompañando a su público y generar ingresos económicos.