La vida real en Mónaco, esa ciudad-estado ubicada en la costa mediterránea francesa, parecería idílica. La dinastía Grimaldi más que una casa real en las últimas décadas ha parecido una familia creada de la farándula, con romances y tragedias que han sido la delicia de la prensa rosa. El pequeño principado hoy está resguardado por Alberto II Grimaldi, hijo de Grace Kelly, la hermosa exactriz de Hollywood que parecía sacada de un cuento de hadas y que se convirtió en el eterno amor de Raniero III.