Cuando surgieron estas historias eran otras épocas, sin redes sociales en donde registrar y comentar los supuestos hechos paranormales. Las leyendas urbanas se fueron trasladando de boca en boca entre las generaciones con el pasar de las décadas; incluso aún causan cierto asombro o curiosidad entre la población, pese al avance tecnológico y el hecho de que la sociedad se ha vuelto más cínica.